José Guillermo Fouce

El miedo ante los refugiados sirios


La respuesta del miedo ante los refugiados sirios

José Guillermo Fouce, presidente Fundación Psicología sin Fronteras, doctor en psicología, profesor de la Universidad Complutense de Madrid

Desde hace años la política europea con respecto a los refugiados y a la inmigración se basó casi exclusivamente en lo que conocemos como la Europa fortaleza: inversión en tecnología de última gama y sumamente costosa para proteger las fronteras, concesiones a países limítrofes para que hagan el trabajo sucio, vallas, policías, devoluciones en caliente…nada de intervenir sobre las causas, o más bien intervenir aumentando las mismas recortando en fondos de cooperación o aumentando la desigualdad insufrible.

José Guillermo Fouce

Estas medidas vienen acompañadas de manera justificadora del discurso del miedo, un discurso tan útil y poderoso como peligroso que va dirigido directamente a los estómagos a nuestro cerebro más reptiliano, una vieja estrategia de control que usa el miedo y que hoy lo amplificada y tecnificada para llegar a mas gente y de maneras más directa al tiempo que se hace un miedo líquido (Bauman), global al que resulta prácticamente imposible enfrentarse porque el enemigo no existe realmente y no tiene rostro.

El miedo global como decía el genial Galeano, el miedo que genera indefensión, la era del miedoceno como resumía hace unos días Forges, estrategias al tiempo antiguas y sumamente peligrosas pero muy efectivas.

De esa política de Europa fortaleza y sus justificaciones, del uso de chivos expiatorios en el que los diferentes, y entre los diferentes los inmigrantes, surgen hoy las cada vez más importantes y preocupantes reacciones xenófobas y racistas en Europa, también en España.

La situación hoy no deja de ser sonrojante e indignante cuando menos: hay en Damasco 40.000 personas en riesgo morir de hambre, la Comisión de Bruselas ha impuesto, a menudo, en contra de la voluntad de los Estados, recibir a 120.000 refugiados, de los cuales 17.800 fueron asignados a España. Tres meses después de esta decisión, estando el mar aún rojo por la sangre de las 3.770 vidas engullidas a lo largo de 2015, Madrid declara haber regularizado la situación de ¡18 refugiados!. Mientras la gente muere de hambre o en las aguas del Mediterráneo los dirigentes de la vieja Europa juegan con la dignidad y la solidaridad sin dar una respuesta.

Es en este contexto en donde debemos enmarcar titulares de prensa bastante clarificadores:

“Asaltos sexuales en Colonia: La mayoría de los agresores eran sirios (ABC 8/1/2016).

El rechazo a los refugiados se une en Europa al miedo al Islam” (ABC 28/9/2015).

“Bélgica reconoce temor a que lleguen a Europa yihadistas entre los refugiados” (La Vanguardia 19/9/2015).

“Europa teme que el Estado Islámico cruce el Mediterráneo” (El Mundo 26/2/2015).

Y por encima de todas y como guinda las declaraciones del obispo Cañizares: “Cañizares acusa a los refugiados de ser el “caballo de Troya” de Europa”: «¿Esta invasión de emigrantes es todo trigo limpio?», pregunta el arzobispo de Valencia. “¿Dónde quedará Europa dentro de unos años?”. Cañizares, que participaba en un desayuno informativo de Fórum Europa, ha afirmado que su acogida “hoy puede ser algo que queda muy bien, pero realmente es el caballo de Troya dentro de las sociedades europeas y en concreto de la española” (El País 16/10/2015).

Con respecto a los refugiados sirios, los datos avergüenzan y las historias de vida e imágenes que impactan como la tristemente celebre muerte del niño Aylan ahogado en la playa se contraponen con estas llamadas poderosas al miedo y al rechazo, a la xenofobia; llamadas hechas desde el manejo del miedo y desde el uso del desconocimiento pero que son sumamente eficaces.

Así, se usan imágenes, ejemplos e ideas parciales para generalizar: lo que hace un refugiado es lo que hacen los refugiados, si hay un terrorista, todos son terroristas, se usan las diferencias para marcar lo que nos separa y para señalar y recalcar el desconocimiento, se usa la vieja y eficaz estrategia del chivo expiatorio: los refugiados y los inmigrantes son los causantes de todos nuestros males y una amenaza constante.

Ante este discurso y ante estas manipulaciones la sociedad civil y los ciudadanos y ciudadanas deberíamos reaccionar con contundencia e indignación, rebelarnos cívicamente y demandar a Europa una respuesta inmediata, rápida y eficaz ante una situación insostenible e indignante, deberíamos desvelar quien está detrás de estos discursos y porque se hacen, deberíamos dar a conocer quiénes son los refugiados y porque vienen a Europa, deberíamos revindicar y divulgar la empatía y la solidaridad y repudiar y denunciar a quien usa el miedo como arma de destrucción masiva de nuestras sociedades y formas de vida.


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