Las organizaciones implicadas creen que aumentarán los casos de mala conducta sexual a medida que avanzan las investigaciones internas
El sector de la ayuda humanitaria fue objeto de escrutinio a principios de este año después de que se revelaran informaciones sobre el comportamiento del equipo de Oxfam durante la misión de ayuda tras el terremoto de Haití, algunos de cuyos integrantes contrataron prostitutas mientras trabajaban en el país caribeño en 2010.
Tras esas revelaciones la Fundación Thomson-Reuters inició una investigación y pidió a las diez organizaciones más importantes del sector que informaran sobre comportamientos inadecuados por parte de su personal durante las misiones. La investigación de la Fundación reveló que más de 120 empleados de las 21 mayores organizaciones internacionales fueron despedidos en 2017 por mala conducta sexual.
Seis meses después, se preguntó a las mismas agencias qué medidas habían tomado para abordar el problema después de que el organismo de control de la ayuda del Reino Unido acusara a las organizaciones de no abordar el problema de los abusos sexuales y el acoso de su personal.
Cinco de las veintiuna organizaciones no respondieron.
La mayoría de los que respondieron dijeron que habían procedido a revisar los procedimientos de control. Más de un tercio de las organizaciones reconocieron que tras esa revisión esperaban ver aumentar el número de casos, ya que se esperaba que las víctimas ahora se sentirían apoyadas para denunciar.
Entre las medidas desplegadas por las organizaciones para evitar que se repitan dichos comportamientos están la capacitación del personal, la mejora de los servicios de denuncia de irregularidades y una mayor verificación de antecedentes para los nuevos miembros contratados.
Nuevos casos
Cuatro de las agencias contactadas proporcionaron cifras sobre casos de abuso y acoso que se han producido en 2018 y ofrecieron datos de cuántos miembros de su personal han sido despedidos, aunque algunos procedimientos siguen aún en marcha.
El Consejo Noruego para los Refugiados dijo que había despedido a cuatro personas en lo que va de año y que ha recibido 24 denuncias de conducta sexual inapropiada, abuso, acoso y explotación, más que en 2017 (17 denuncias).
Save The Children, que fue criticado por su manejo de las quejas contra su dirección, despidió a cuatro personas y otras tres dimitieron después de recibir 43 denuncias de acoso e intimidación, casi el doble del número recibido el año pasado.
«Vemos el aumento como una indicación alentadora de que nuestros esfuerzos para crear conciencia sobre el problema y mejorar la presentación de informes están teniendo éxito», dijo la portavoz de Save the Children Simona Sikimic. «Estamos enviando un mensaje contundente a cualquiera que intente actuar de forma inapropiada para que su comportamiento no sea tolerado».
El Consejo Danés para los Refugiados (DRC) ha despedido a dos personas y Acción contra el Hambre dijo que investigó una denuncia que se remonta a la década de 1990, pero no pudo identificar a los responsables.
Nueve grupos, incluidos Oxfam, Médicos Sin Fronteras (MSF), World Vision, Plan International, Mercy Corps y Islamic Relief, planearon publicar cifras detalladas en una fecha posterior.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), CARE International y Action Aid dijeron que habían alentado a más personas a denunciar y esperaban, o confiaban, que esto llevaría a que salieran a la luz más casos de mala conducta.
Christian Aid dijo que entregará sus datos al regulador del sector del Reino Unido, mientras que el Comité de Rescate Internacional (IRC) ha ofrecido datos de 2017: 18 casos de acoso, abuso y explotación.
Las organizaciones Compassion International, Caritas, BRAC, International Medical Corps y Catholic Relief Services no respondieron.
Caída de ingresos
Oxfam dijo que había gastado más de 2 millones de euros en mecanismos de prevención del acoso y mal comportamiento sexual. Es una de las siete grandes agencias que ha creado dichos mecanismos con fondos para financiarlos.
A principios de este año, tanto Oxfam como Save the Children dijeron que los ingresos procedentes de donaciones de ciudadanos habían disminuido después del escándalo.
Entre las medidas tomadas por las ONG para responder al escándalo destacan los cursos de capacitación y fortalecer el proceso de reclutamiento.
El CICR (Comité Internacional de Cruz Roja) dijo que había establecido una línea telefónica anónima para denunciar abusos, mientras que Islamic Relief dio acceso al personal a un servicio independiente de denuncia de irregularidades. Otros grupos que ya operan dichos sistemas dijeron que los habían revisado o mejorado.
El Consejo Noruego para los Refugiados dijo que estaba realizando una encuesta a su personal femenino para preguntar qué era lo que se necesitaba mejorar.
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