El nuevo seísmo provoca la caída de decenas de edificios y causa decenas de muertos
Un terremoto de magnitud 6,2 ha sacudido de nuevo hoy Lombok, en Indonesia, provocando el derrumbamiento de decenas de edificios y un número desconocido de víctimas. En las últimas dos semanas los sismos en la isla turística indonesia, ocupada en estas fechas por miles de turistas de todo el mundo, han provocado la muerte de al menos 150 personas, que se sumarían a los fallecidos en el terremoto de hoy.
En esta ocasión el terremoto ha alcanzado los 6,2 grados de magnitud, lo que provocó el pánico de la población de la isla y mayores daños en edificios que ya se encontraban en un estado precario por los temblores de tierra precedentes.
Las autoridades dijeron que el epicentro del terremoto fue en tierra y que no había riesgo de un tsunami. El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) registró el último terremoto en 5.9, con una profundidad de 10 km (6 millas).
La cifra oficial de muertos por el terremoto del domingo es de 131, según el recuento finalizado ayer miércoles, aunque otras fuentes elevan la cifra hasta los 347 muertos.
Una de las consecuencias del terremoto y la destrucción es la más que previsible crisis humana en Lombok, donde miles de personas quedaron sin hogar y sin acceso a agua potable, alimentos, medicinas y refugio.
Las autoridades dijeron que cerca de tres cuartas partes del norte rural de Lombok habían estado sin electricidad desde el domingo, aunque desde entonces se ha restablecido la electricidad en la mayoría de las áreas. Los trabajadores humanitarios tienen dificultades para llegar a algunas aldeas, que han quedado aisladas por la destrucción de carreteras y puentes.
Miles de turistas han abandonado Lombok desde el domingo, por temor a nuevos terremotos, algunos en vuelos fletados por las aerolíneas y otros a bordo de los transbordadores que conectan con la vecina isla de Bali.
