Alrededor de una de cada cinco niñas sirias de entre 15 y 19 años refugiada en el Líbano está casada, según la agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Los padres lo aceptan cuando se quedan sin dinero para el alquiler, alimentos o medicinas.
Cada año 12 millones de niñas son obligadas a casarse. El matrimonio infantil condena a las niñas a ser víctimas de abusos, a no poder terminar sus estudios y a enfrentarse a graves riesgos en el parto.
Cerca de 7,5 millones de niñas se convierten en novias infantiles cada año en países donde el matrimonio precoz está prohibido. Otras 15 millones de niñas se casan en países donde no está prohibido
El matrimonio infantil, además de poner en peligro la vida de las niñas, les priva de educación y oportunidades, y aumenta el riesgo de violencia doméstica y sexual.