El impacto de la COVID-19 podría empujar otras 10 millones de niñas a casarse en los próximos diez años
Héctor Alonso
Hasta 10 millones más de niñas en todo el mundo pueden verse obligadas a contraer matrimonio durante la próxima década debido al impacto de la COVID-19 en la economía y en la educación, según datos de la ONU. A pesar de la lucha contra esta práctica, que supone otra forma de violencia de género, todavía hay países donde es tolerada y donde ahora, con la crisis provocada por la pandemia, se ve como una salida económica para muchas familias.
Y entre las niñas que más riesgo corren de convertirse en esposas antes de tiempo destacan las niñas sirias refugiadas debido al aumento de la pobreza que sufren, las lagunas legales y el hecho de permanecer durante años fuera de su hogar.
Según datos de la organización Save the Children, las dificultades económicas derivadas de una situación prolongada como refugiados, que impiden además el acceso regular a la educación, empujan a muchas familias a aceptar matrimonios infantiles para sus hijas como una manera de «garantizar» su manutención.
Cuarenta millones de niñas
En Oriente Medio y Norte de África más de 40 millones de mujeres se casaron siendo aún niñas, y esa cifra podría aumentar en más de 10 millones dada la actual situación de crisis. Además, en algunos países la legislación lo permite, como sucede en Jordania, Irak y Egipto, donde se autorizan este tipo de matrimonios si cuentan con la autorización de los padres o los jueces. En Líbano, donde viven más de un millón de refugiados sirios, tampoco está prohibido el matrimonio infantil.
La organización Save the Children ha publicado el informe Married by Exception, en el que se analiza esta situación y la legislación permisiva de los países anteriormente citados y en los que hay muchos refugiados sobre los que no se ejerce apenas tutela legal.
Según este informe son, precisamente las niñas refugiadas las que sufren tasas más altas de matrimonios infantiles, incluso en las comunidades de acogida. Por ejemplo en Líbano solo el 6 por ciento de las mujeres de entre 20 y 24 años se casaron antes de cumplir los 18 años. Sin embargo ese porcentaje aumenta hasta el 40 por ciento entre las refugiadas sirias.
En Turquía alrededor del 15% de las mujeres entre 20 y 24 años se casaron cuando eran aún menores, pero esa cifra se triplica para las refugiadas sirios que viven allí, según el informe.
Las consecuencias del matrimonio infantil para las mujeres son muy graves: pierden el acceso a la educación y además son más vulnerables ante los abusos y la violencia de género. Muchas también sufren consecuencias para su salud por embarazos demasiado tempranos.