Cientos de personas malviven hacinadas en el centro de detención de Zuwara, sin apenas comida ni agua
Aproximadamente 800 personas, entre las que hay mujeres y niños, malviven en un centro de detención en la ciudad portuaria de Zuwara, en Libia, en condiciones inhumanas, como ha constatado Médicos Sin Fronteras (MSF). Hacinados hasta el punto de que apenas hay sitio para dormir en el suelo, sin comida y sin apenas agua, la organización alerta de que su situación empeora día a día.
Tan sólo en los últimos 15 días han sido internadas en el centro más de 500 personas. «La situación es crítica», dice Karline Kleijer, gerente del programa de emergencia de MSF. «Instamos firmemente a todas las agencias internacionales con presencia en Libia, a los representantes de los países de origen y a las autoridades libias a hacer todo lo posible para encontrar una solución para estas personas en los próximos días».
Desde el 18 de abril, un equipo de emergencia de MSF ha proporcionado atención médica a los detenidos en el centro. Muchos son de países del este o del oeste de África, pero algunos provienen de lugares tan lejanos como el sur de Asia.
El 1 de mayo, la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) transportó a 88 personas que necesitaban protección internacional de Zuwara a otro centro de detención en Trípoli para identificar a las personas más vulnerables para una posible evacuación. Las autoridades libias han trasladado a algunas personas a otros centros de detención en un intento de reducir el hacinamiento extremo, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha iniciado un proceso de «retorno humanitario voluntario» para algunos detenidos. Sin embargo, no hay una solución a la vista para muchas de las aproximadamente 800 personas que permanecen en el centro de detención en Zuwara.
Un gran número de refugiados, migrantes y solicitantes de asilo en Zuwara ya han soportado niveles alarmantes de violencia y explotación en Libia y durante los terribles viajes desde sus países de origen. Algunos estaban desnutridos cuando llegaron al centro, porque habían permanecido en cautiverio por las redes de contrabandistas de la zona.