Tras cinco años seguidos de escasez de precipitaciones más de 14 millones de etíopes se enfrentan a la escasez alimentaria
Etiopía ha entrado en su quinto año consecutivo de escasez de lluvias, lo que ha llevado a buena parte de la población -22,6 millones de personas- a una situación de inseguridad alimentaria grave. De ellos 12 millones están pasando ya hambre y necesitan ayuda alimentaria urgente.
A la sequía, que ha provocado desplazamientos forzados de la población, se suma la violencia, que también ha provocado movimientos de población. Esos millones de desplazados son más vulnerables, puesto que han perdido sus medios de vida y se enfrentan a situaciones de inseguridad alimentaria y física, especialmente los niños.
La peor crisis alimentaria del mundo
Según las organizaciones que trabajan en el país, como Save the Children, Etiopía se enfrenta a una de las peores crisis alimentarias del mundo, con 3,9 millones de niños gravemente desnutridos, la mitad de las personas que sufren desnutrición en todo el Cuerno de África.
La sequía, además de la pérdida de las cosechas y los cultivos de subsistencia, ha provocado la muerte del ganado: han muerto más de cuatro millones de cabezas de ganado -sobre todo cabras y camellos-, que eran la fuente del principal alimento de muchos niños: la leche.
Actualmente hay más de 534.000 personas que están viviendo en campos de desplazados donde reciben ayuda del gobierno y de las organizaciones humanitarias. Muchos no reciben más que algo harina o trigo, claramente insuficiente para mantener una salud aceptable.
Si la sequía persiste la situación en los próximos meses empeorará en todo el país, con más escasez de alimentos y precios más altos. Precisamente la estación seca se prolonga desde enero a marzo, y según las previsiones, las lluvias, que deberían llegar a partir de marzo y prolongarse hasta mayo, serán también escasas este año. De cumplirse esas previsiones, la situación podría ser catastrófica en verano.