La decisión tomada ayer por 10 ministros de Finanzas europeos de posponer una vez más la decisión sobre el Impuesto a las Transacciones Financieras (Tasa Robin Hood) ha sido considerada decepcionante por las organizaciones que defienden su entrada en vigor. Los gobiernos de diez países europeos han estado negociando la introducción de la Tasa Robin Hood o Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) desde 2013.
El ITF es un impuesto que pretende aplicar una pequeña tasa sobre la compraventa de acciones y bonos, ayundando a combatir la especulación financiera a corto plazo y a estabilizar los mercados financieros. El acuerdo sobre el ITF debió de ser anunciado el 6 de diciembre de 2016, pero aún no se ha hecho a pesar de que las cuestiones técnicas ya fueron tratadas. Sólo falta la voluntad política de ponerlo en marcha.
Para ilustrar las consecuencias de estos continuos retrasos, varias organizaciones han creado este contador que suma segundo tras segundo la cantidad dinero que se está dejando de ingresar en tanto no se apruebe esta tasa.
Contador: lo que se está perdiendo