Miles de hondureños y salvadoreños tratan de llegar a Estados Unidos, movilizados a través de las redes sociales. En las caravanas viajan miles de niños y UNICEF ha solicitado su protección
Un nuevo grupo de migrantes -más de 300- que tratará de llegar a Estados Unidos partió el domingo de San Salvador, la capital de El Salvador, y llegó a Guatemala, sumándose a las miles de personas que tratar de llegar a Estados Unidos y que tendrán que atravesar Guatemala, intentar entrar el México y luego recorrer cientos de kilómetros hasta llegar a la frontera con Estados Unidos.
Ahora entre 3.500 y 7.000 hondureños que salieron de su país a mediados de octubre se encuentran en el sur de México y se han convertido en tema electoral en la campaña electoral por las elecciones al Congreso de Estados Unidos.
No está siendo un viaje fácil para estas personas. El domingo otro grupo llegó a la frontera entre Guatemala y México (en Tecun Uman) y se produjeron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad mexicanas en los que murió un hondureño de 26 años tras el uso de material antidisturbio como balas de goma. Seis policías resultaron heridos.
El ministro del Interior de México, Alfonso Navarrete, negó el uso de armas por parte de la policía, y acusó a los migrantes de usar armas y cócteles molotov. Por su parte el gobierno de Guatemala lamentó que los migrantes hicieran uso de la violencia. México había anunciado dos días antes de estos altercados que iban a tratar de brindar ayuda y protección a la caravana de migrantes.
Este movimiento de centenares de personas que tratan de llegar a Estados Unidos atravesando las fronteras de varios países centroamericanos y México se ha convertido en uno de los temas principales de la campaña electoral ante las elecciones legislativas del 6 de noviembre en Estados Unidos, en las que el Partido Republicano del presidente Trump tratará de mantener el control del Congreso.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, aseguró a los medios de comunicación este domingo que Trump está dispuesto a usar todos los medios para impedir que los migrantes atraviesen la frontera. También quiso quitar importancia a este movimiento de personas, asegurando que todos los días tratan de entrar en Estados Unidos centenares de personas.
Para Nielsen, «no se va a tolerar» el intento de entrar en el país de forma «ilegal». Sin embargo Trump sí está dando importancia al problema, ya que ha amenazado con cerrar la frontera con México y ha anunciado el envío de tropas, que han sido autorizadas para desplazarse a la frontera entre ambos países.
Durante la tarde del domingo centenares de salvadoreños entraron en Guatemala, muchos de ellos andando y controlados por la policía, aunque el gobierno de El Salvador, de izquierdas, ha dicho que respeta su derecho a emigrar y les ha advertido de que no arriesguen sus vidas. Las columnas se están organizando a través de las redes sociales, siguiendo el ejemplo del primer contingente de migrantes hondureños que ya están en México, en la ciudad de Tapanatepec, Oaxaca, donde se han detenido a descansar, agotados por el intenso calor. Tienen previsto retomar la marcha durante la madrugada de hoy.
Muchos han caminado una medida de casi cincuenta kilómetros diarios, y en la caravana viajan más de 2.300 niños. UNICEF ha lanzado un comunicado en el que solicita protección y acceso a servicios esenciales -atención médica, agua potable y saneamiento- para los menores. Un bebé tuvo que ser hospitalizado tras sufrir graves quemaduras por el sol.
