170 ONG presentan un estudio sobre niños privados de libertad ante la Asamblea General de la ONU
Héctor Alonso
Hoy se ha presentado ante la Asamblea General de la ONU un estudio sobre niños privados de libertad, elaborado por 170 organizaciones no gubernamentales. Según dicho estudio, cada año un millón y medio de niños son encarcelados.
«Los niños a menudo son detenidos ilegalmente, innecesariamente y a un alto coste para su salud y su futuro», dijo Alex Kamarotos, director de la organización Defence for Children International y copresidente del Panel de ONG para el Estudio Global sobre Niños Privados de Libertad. «El estudio debería incitar a todos los países a adoptar nuevas políticas y prácticas para disminuir drásticamente el número de niños privados de libertad».
El estudio examina la situación de los niños, menores de 18 años, detenidos por la administración de justicia, por ser inmigrantes, en orfanatos y otras instituciones, que viven en prisión con sus cuidadores y detenidos en el contexto de conflictos armados y seguridad nacional. La estimación de al menos 1,5 millones de niños privados de libertad es probablemente inferior a la cifra real, por la dificultad para recopilar los datos.
Algunos de los datos clave del estudio:
Al menos 410.000 niños son retenidos cada año en cárceles y prisiones, donde la violencia es «endémica». Muchos son acusados de delitos que no lo serían para adultos, como absentismo escolar, desobediencia y consumo de alcohol.
También se detienen cada año al menos 330.000 niños por razones relacionadas con la migración en 77 países.
Si bien las autoridades judiciales han enviado a entre 43.000 y 680.000 niños en instituciones que cumplen con la definición legal de privación de libertad, el número total de niños en instituciones se estima entre 3,5 y 5,5 millones.
Los niños con discapacidad privados de libertad están significativamente sobrerrepresentados.
El número de niños detenidos en el contexto de un conflicto armado y la seguridad nacional ha aumentado drásticamente, impulsado por las medidas antiterroristas, que incluyen la detención y el enjuiciamiento de niños por actividades en redes sociales, como Facebook o Twitter.
Agrava las condiciones de salud
El estudio encontró que la privación de libertad agrava las condiciones de salud existentes en los niños y puede provocar la aparición de otras nuevas, como ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y estrés postraumático. Los trastornos psiquiátricos para los niños detenidos pueden multiplicarse por diez durante la detención, y la detención se correlaciona con la muerte prematura entre los niños una vez liberados.
El estudio recomienda que los estados «apliquen con mayor rigor» la Convención sobre los Derechos del Niño, que exige que la privación de libertad se aplique solo como medida de último recurso en casos excepcionales. También insta a los países a «hacer todos los esfuerzos para reducir significativamente el número de niños recluidos y prevenir la privación de libertad antes de que ocurra, incluyendo abordar las causas y caminos que conducen a la privación de libertad».
El estudio se inició tras una resolución de la Asamblea General de la ONU adoptada en diciembre de 2014. Sus conclusiones se basan en 12 consultas regionales y temáticas, cuestionarios que solicitan datos de cada estado miembro de la ONU, revisiones exhaustivas de la literatura sobre el tema e investigaciones adicionales de grupos de expertos.
El Panel de ONG para el Estudio Global sobre Niños Privados de Libertad fue establecido en 2013 e incluye 170 organizaciones no gubernamentales locales, nacionales e internacionales en todo el mundo.