Un informe elaborado por Save the Children recoge testimonios de los abusos que sufren los niños migrantes y refugiados que llegan a Europa por la ruta de los Balcanes
La mayor parte de los abusos los cometen los traficantes de personas pero también los policías de fronteras
Malos tratos, violencia física y sexual e incluso asesinatos, son comunes, según los testimonios recogidos en el informe
Héctor Alonso
Según un informe publicado por la organización no gubernamental Save the Children, los niños migrantes y refugiados que entran en Europa a través de la ruta de los Balcanes sufren todo tipo de violencia y abusos, incluso el abandono o el asesinato durante el viaje. La mayor parte de la violencia contra esos menores es cometida por los traficantes de personas que les traen a Europa, pero también por la policía fronteriza de los países que tienen que atravesar.
La violencia no se detiene una vez que han conseguido llegar a un centro de refugiados: las condiciones de los centros de recepción son a menudo inadecuadas, ya que en muchos casos son más prisiones que centros de acogida y allí los menores pueden sufrir también violencia y abusos.
Según el informe Dondequiera que vayamos, alguien nos hace daño, presentado en Bruselas, la mayoría de los niños que viajan en esas condiciones ha sido víctima o testigo de abusos físicos y sexuales contra otros menores.
Los niños migrantes y refugiados tienen tan interiorizada la violencia que asumen que nadie les ayudará durante su viaje, según el informe. Han comprobado que ni siquiera las autoridades de la ley, como son los policías fronterizos, les ayudarán e incluso les maltratarán.
El informe recoge numerosos testimonios, como el de Basit (no es su nombre real), de 16 años, que aseguró que la policía fronteriza les golpeó con varas mientras les conducían al centro de acogida. Ahmad, que tenía 15 años cuando llegó a Europa, dijo que le abofetearon para que declarara que tenía 20 años.
Durante su periplo tuvieron que viajar en vehículos abarrotados y dormir a la intemperie o en casas abandonadas, donde podían ser víctimas de abusos.
Sarina, una joven de 19 años, dijo a los investigadores que durante el trayecto en un bote hacia Europa uno de los contrabandistas arrojó a un bebé por la borda porque lloraba, y después a la madre.
Violencia sexual
El informe revela que los niños migrantes corren un enorme riesgo de violencia sexual, especialmente los que viajan solos. También son explotados laboralmente e incluso reclutados para explotación sexual. Casi dos tercios de los niños entrevistados enumeraron uno o más incidentes en los que reconocieron o fueron testigos de abuso sexual de un niño.
Los psicólogos y profesionales que han tratado a los niños posteriormente informan de conductas autolesivas de los menores: intentos de suicidio, autolesiones y abuso de alcohol o drogas. Otros, para protegerse, se involucran en actividades delictivas o sexuales de los traficantes de personas.
Impunidad
El informe ha sido elaborado por Save the Children y la Universidad de Sarajevo, y es uno de los trabajos más exhaustivos que se han elaborado para analizar el abuso sufrido por los menores migrantes y refugiados en Europa. Ylva Sperling, directora de Save the Children Europa, aseguró durante su presentación, que «la falta de protección en las fronteras europeas tiene consecuencias terribles para los niños. El énfasis por disuadir [a los migrantes] de las llegadas se traduce en que los niños están expuestos a la violencia por parte de la policía y los guardias fronterizos, violencia que se lleva a cabo con impunidad».
Para Save the Children Europa debe tomar medidas para garantizar los derechos de esos niños a recibir protección. También a ser acogidos en centros de recepción adecuados, que les brinde apoyo psicológico y facilite su integración social.
