- Turquía, Bangladesh y Uganda recibieron a más de la mitad de todos los nuevos refugiados el año pasado
- Actualmente hay más de 68 millones de refugiados y desplazados, la cifra más elevada de la historia
Héctor Alonso @hdelosrios2
A pesar de la preocupación por la oleada de refugiados que tratan de llegar a Europa, y que ha propiciado el ascenso al poder de partidos claramente xenófobos en varios países del viejo continente, lo cierto es que Europa no es, ni de cerca, el principal destino de los refugiados del mundo.
Tan sólo en 2016 Turquía recibió 700.000 refugiados, el 20 por ciento de los refugiados que huyeron el pasado año, convirtiéndose en el principal destino de los refugiados. En total acoge a más de 3,8 millones de refugiados, la mayor parte de ellos procedentes de Siria. Europa, un continente entero, sólo recibió 500.000 refugiados en año pasado. Estados Unidos recibió 60.000 refugiados en el mismo período.
Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo, ha recibido desde agosto del pasado año a más de 600.000 refugiados de la etnia musulmana rohingya, procedentes de Myanmar, la antigua Birmania. Y Uganda ha recibido 1,4 de refugiados en los últimos dos años, procedentes de Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, principalmente. Lo admirable de Uganda es su avanzada legislación sobre refugiados: todos los que llegan al país tienen derecho a una parcela de terreno para instalarse y poder cultivar, a estudiar y a trabajar.
El fenómeno de los refugiados ha alcanzado, en los últimos años, una dimensión gigantesca: a comienzos de 2018 más de 68 millones de personas se han convertido en refugiados (28,5 millones) y desplazados (40 millones), según ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Es la misma población que tiene el Reino Unido, por ejemplo.
A pesar de no ser el principal destino de quienes huyen de la guerra o la persecución, Europa está reaccionando tratando de construir un muro que impida a los refugiados llegar al continente. El cierre de los puertos italianos es la última respuesta a este problema. Y a pesar de que otros países no europeos son los que están acogiendo a la mayor parte de los refugiados del mundo, dichos países no están recibiendo suficiente ayuda. De hecho, a pesar de que el número de refugiados aumenta cada año, y disminuye el número de los que regresan a sus países, los fondos no hacen sino recortarse.
Para las ONG que se dedican a ayudar a los refugiados y desplazados, es una obligación de los países ricos apoyar a quienes están soportando la mayor parte de la carga. Si ésta sigue aumentando sin que aumenten también los fondos, esa precaria red de apoyo humanitario acabará colapsando, creando nuevas zonas de inestabilidad y nuevas mareas de refugiados. Por ejemplo, a pesar de acoger a casi un millón y medio de personas, Uganda sólo ha recibido el 7 por ciento del dinero necesario. Bangladesh sólo ha recibido el 20 por ciento de los fondos estimados para atender a sus más de 600.000 refugiados rohingya.
Otro problema es la necesidad de reubicar a más de 1,2 millones de refugiados, instalados ahora en lugares poco seguros. Sin embargo, el año pasado sólo fueron reasentados 103.000 refugiados.