Más de 460.000 personas se quedan sin acceso a agua potable por el ataque a las depuradoras
Los combates que se están produciendo en el noroeste de Siria están poniendo en riesgo la vida de centenares de miles de civiles. Más de 460.000 personas se han quedado sin agua potable tras los ataques que ha sufrido la central de agua de Alouk el 29 de octubre. Los combates en la zona han impedido repararla.
Los combates enfrentan al Ejército Nacional de Siria (SNA) y las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF), entre las localidades de Ain al-Arab y Ein Issa y en el sureste de Ras al-Ain.
Un coche bomba mató a 14 personas e hirió a 20 en Tal Abyad, la mayoría civiles. También han resultado destruidas 20 escuelas de las 150 que hay en esa región. La población también está sufriendo la carestía de los alimentos. Al haberse interrumpido muchas rutas de suministro los precios han aumentado un 20 por ciento.
Desplazados y refugiados
Hasta la fecha, 108.514 personas, incluidos unos 45.575 niños y 27.130 mujeres en edad reproductiva, siguen desplazadas de las gobernaciones de Al-Hasakeh, Ar-Raqqa y Alepo; 106.605 personas regresaron a sus lugares de origen. Más del 40 por ciento de los que han vuelto lo han hecho a áreas ahora bajo el control del ejército turco, en los subdistritos de Tal Abyad, Ein Issa y Suluk en la gobernación de Ar-Raqqa. Otros 13.000 sirios han buscado refugio en Irak, el 74 por ciento de ellos mujeres y niños.
Al 31 de octubre, se registraron un total de 215.119 movimientos de población: 108.514 personas permanecen desplazadas de AlHasakeh (83.650), Ar-Raqqa (18.088) y Alepo (6.776), mientras que 106.605 personas han regresado a sus áreas de origen en Al- Hasakeh (50.000), Ar-Raqqa (46.500) y Alepo (10.105).
