Más de 5,6 millones de refugiados y 6,1 millones de desplazados internos después de nueve años de guerra
Héctor Alonso
Siria ha entrado en su décimo año de guerra civil y las consecuencias no pueden ser más devastadoras para la población civil: un total de 11,7 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares por culpa de los enfrentamientos. De ellos 5,6 millones son refugiados en otros países y 6,1 millones son desplazados internos.
Con motivo de este siniestro aniversario la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU ha lanzado un llamamiento para obtener la mayor ayuda posible para la población civil.
Los datos, después de nueve años de guerra, son estos:
• El conflicto ha causado más de 5.6 millones de refugiados y 6.1 millones de desplazados internos.
• Más de 11 millones de personas dentro del país -4,8 millones de niños- requieren asistencia humanitaria.
• Solo funciona el 64 por ciento de los hospitales y el 52 por ciento de los centros de atención primaria.
• El 70 por ciento de los trabajadores sanitarios ha abandonado el país.
• El número de personas sin acceso seguro a los alimentos es de casi 8 millones y, en solo un año, ha aumentado en más del 20 por ciento. Más de medio millón de niños padecen desnutrición crónica.
• El número de personas desplazadas que buscan refugio en asentamientos informales y campamentos colectivos ha aumentado en un 42 por ciento anual, hasta un total de 1,2 millones de personas este año.
• Decenas de miles de niños de diez años no han recibido atención escolar de forma regular en toda su vida.
Empeora la situación en la región fronteriza con Turquía
El foco de atención ahora está en la zona noroeste del país, donde la población civil se ve obligada a moverse constantemente y a dormir a la intemperie tras la ofensiva del ejército sirio y su aliada Rusia contra los rebeldes, que tenían sus últimos bastiones en esa región.
Los campamentos están abarrotados y las condiciones son terribles, con más de 100.000 personas sin acceso a servicios básicos.
El futuro
Hay niños de 10 años que en toda su vida no han podido acudir a la escuela de forma continuada, por lo que una generación podría carecer de educación. Y en el futuro se prevén más problemas cuando los más de cinco millones de refugiados quieran regresar al país y se encuentren con sus casas destruidas o sus familiares desaparecidos o muertos.