Solo uno de cada ocho países han adoptado medidas específicas destinadas a proteger a las mujeres durante la pandemia, según ONU-Mujeres. Según datos de la ONU y de organizaciones de Derechos Humanos, durante el confinamiento provocado por la COVID-19 los abusos y la violencia contra las mujeres y las niñas aumentaron en muchos países.
Como explicó ayer la directora ejecutiva de ONU-Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka,, las mujeres están siendo víctimas de violencia doméstica con el agravante de que están encerradas con su agresor. También hay abusos como cuidadoras y en trabajos no remunerados ni reconocidos.
Las medidas que se tomaron para protegerlas se centraron sobre todo en la prevención contra la violencia, pero solo el 10 por ciento de las medidas incidieron en el fortalecimiento de la seguridad económica de las mujeres.
Para elaborar este informe se analizaron las respuestas proporcionadas por los gobiernos de 206 países a preguntas relativas a la prevención de la violencia o el apoyo de las mujeres en cuidados no remunerados o seguridad económica. Uno de cada cinco países no respondió y solo el 12 por ciento respondió enumerando las medidas adoptadas.
El estudio también indica que son los países de ingresos más altos los que han adoptado medidas para la protección de las mujeres y las niñas. En Europa el 93 por ciento de los países adoptaron al menos una medida. En África el porcentaje baja hasta el 63 por ciento.
Para ONU-Mujeres la crisis provocada por la COVID-19 podría convertirse en una oportunidad para la transformación de los modelos económicos y promover la justicia social y de género.
