Pilar Estébanez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria
La semana pasada la policía británica encontró un camión con 39 personas muertas en el interior del remolque. Se habían asfixiado. Aunque se tardó unos días en determinar el origen de estas personas finalmente se ha sabido que se trataba de vietnamitas, al menos en su mayoría. Las investigaciones y algunos reportajes periodísticos han descubierto que existen organizaciones de tráfico de seres humanos que traen a Europa personas desde el Sudeste asiático, que llegan a pagar hasta 3.000 euros por el viaje.
Aunque en teoría hay dos tipos de viaje -el VIP y el barato- el primero más caro y más seguro que el segundo, como suele pasar con estas organizaciones de tráfico de personas las mafias engañan a sus clientes y todos acaban atravesando el Canal de la Mancha en el interior de contenedores o camiones.
Según las organizaciones que luchan contra el tráfico de personas el viaje desde Vietnam a Europa es tan duro o peligroso como la ruta que siguen los subsaharianos para alcanzar la costa mediterránea. Viajan durante meses en coches o incluso caminando. Primero tienen que entrar en China y desde allí llegar a Rusia, atravesar el país y llegar a Ucrania o Letonia, atravesando las fronteras de noche y a pie. Los que pagan más dinero obtienen un pasaporte falso para moverse de un país europeo a otro, pero nadie les garantiza el destino final ni que no serán detenidos.
Y finalmente todos acaban en un contenedor o en un camión para atravesar el Canal de la Mancha. Muchos pasan por Berlín, donde hay una comunidad vietnamita y según los investigadores, organizaciones que se encargan de la última etapa del viaje. A veces tienen que quedarse en Alemania o en Francia varios meses, trabajando como ilegales, para conseguir más dinero. Algunos de los que viajaban en ese camión y murieron llevaban meses de viaje. Sus familias, que seguramente tuvieron que endeudarse para pagar el viaje, están recibiendo estos días la noticia de que su hijo, marido, hermano, padre… ha muerto en un camión, asfixiado como si fueran ganado. Esta es la Europa que hemos construido.