La ofensiva del ejército sobre Idlib, el último bastión rebelde, provoca el éxodo de decenas de miles de civiles
La ofensiva del ejército sirio apoyado por la aviación rusa en la provincia de Idlib, último bastión de los rebeldes, ha provocado el desplazamiento de miles de personas hacia la frontera con Turquía. En esa región se habían concentrado cientos de miles de sirios según iban perdiendo terreno los rebeldes por el avance del ejército sirio.
Después de nueve años de guerra, el presidente Bashar al-Assad ha intensificado su ofensiva sobre la última región controlada por los rebeldes. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha notificado que las fuerzas de al-Assad están luchando por el control de 22 ciudades y habían sobrepasado la última línea de resistencia de los rebeldes, la carretera que une Damasco con Alepo, en el norte de Siria, apoyados por intensos bombardeos de la aviación rusa. El ejército sirio está a punto de capturar la ciudad de Maraat a-Numan, a treinta kilómetros de Idlib, un punto estratégico en la región.
Según trabajadores humanitarios la aviación ha castigado duramente la ciudad, con bombardeos masivos que han destruido decenas de edificios e infraestructuras, incluyendo hospitales. Muchos de sus habitantes han huido hacia la ciudad de Idlib para buscar refugio.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos calcula en 120.000 el número de personas que han huido de las zonas rurales cercanas a Alepo e Idlib en los últimos doce días, para dirigirse al norte, cerca de la frontera con Turquía.
Turquía, que respalda a algunos grupos rebeldes opuestos a Assad, ya acoge a más de 3,5 millones de refugiados sirios y teme que cientos de miles traten de cruzar la frontera.