La Organización Mundial de la Salud envía un equipo de respuesta rápida a la zona afectada. Cuatro casos confirmados, de los que tres han muerto
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado un brote de fiebre amarilla en dos distritos de dos regiones de Uganda, con cuatro casos confirmados. Los primeros eran dos jóvenes de 18 y 21 años que habían viajado el 22 de enero de Sudán del Sur al distrito ugandés de Moyo. Tras ser hospitalizados murieron con síntomas de la enfermedad: fiebre, diarrea y sangrado. Otras dos personas también enfermaron: un ganadero de 37 años y su esposa de 38. El hombre había viajado a la República Democrática del Congo y murió. Su mujer se ha recuperado.
Para llevar a cabo una respuesta rápida al brote la OMS ha enviado un equipo de especialistas en respuesta rápida a Uganda. Su objetivo es investigar, buscar casos y organizar la movilización comunitaria y la sensibilización de la población.
Al mismo tiempo, el ministerio de Salud de Uganda ha solicitado vacunas contra la fiebre amarilla al Grupo de Coordinación Internacional que administra la reserva de vacunas. En dos semanas estarán disponibles y comenzará la vacunación. Uganda ha solicitado además incluir la vacuna contra la fiebre amarilla en el programa de vacunación de rutina al ser éste el cuarto brote de la enfermedad en el país.
La fiebre amarilla es una enfermedad transmitida a través de picaduras de mosquitos infectados por el virus de la fiebre amarilla (flavirvirus). Los síntomas incluyen: fiebre alta, dolor de cabeza, dolores corporales generales, fatiga, vómitos, sangre en la orina o en las heces o decoloración amarilla de la piel y los ojos.
El Ministerio de Salud ha hecho un llamamiento para que los viajeros que lleguen al país estén vacunados. Asimismo, se aconseja a la población que siempre se duerma bajo una mosquitera y se informe de cualquier caso sospechoso en el centro de salud más cercano.
