Ha disminuido el número de intentos pero ha aumentado el número de víctimas. Cada vez es más peligroso intentar llegar a Europa atravesando el Mediterráneo
Héctor Alonso
El naufragio frente a las costas de Libia del pasado mes y más de una docena de ahogados en los últimos días ha elevado el número de víctimas en el Mediterráneo a 20.014 desde 2014, según el Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
El hundimiento de una embarcación con al menos 91 migrantes a bordo el pasado 9 de febrero frente a la costa de Libia ha sido el último desastre contabilizado por la OIM desde que empezaron a monitorearse los naufragios de embarcaciones que tratan de llegar a Europa. Muchos de estos naufragios no dejan rastro, son los llamados «barcos fantasma», que podrían aumentar el número de víctimas considerablemente.
“Dos tercios de las muertes que hemos registrado son personas perdidas en el mar sin dejar rastro. El hecho de que hayamos alcanzado este terrible récord refuerza la posición de la OIM de que existe la necesidad urgente de reforzar los rescates en el Mediterráneo», según el informe.
Los barcos fantasma, también llamados «naufragios invisibles», generalmente son reportados por ONG que reciben llamadas de migrantes en peligro o de sus familiares, que han perdido todo contacto con ellos. Son decenas de casos que son registrados pero que nunca terminan en operaciones de búsqueda. Se asume que esas vidas se han perdido.
La semana pasada aparecieron tres cadáveres en una playa de Túnez. Se supone que podrían proceder de un barco que transportaba a 18 personas que salieron de Argelia el 14 de febrero y cuyo rastro se ha perdido.
“Si vienes de un país de altos ingresos se harán esfuerzos para encontrar e identificar tu cuerpo en caso de desaparecer. No sucede lo mismo si eres un migrante», dice el informe de la OIM. Mientras tanto, cada vez más familias viven en la incertidumbre sobre la suerte de sus seres queridos.
Menos intentos, más muertes
Aunque el número anual de muertes ha ido disminuyendo desde 2016, año en el que más de 5.000 personas perdieron la vida, la proporción de muertes en comparación con los intentos de atravesar el Mediterráneo ha aumentado desde 2017. Es decir, cada vez es más peligroso intentarlo: hay menos intentos pero muere más gente.
A la vista de estos números la OIM ha reiterado la necesidad de abordar con medidas urgentes esta tragedia, modificando las leyes para permitir la migración de forma legal de migrantes y refugiados. De lo contrario, seguirán intentándolo por canales irregulares y cada vez más peligrosos.
Para obtener los últimos datos sobre muertes y desapariciones de migrantes, puedes visitar la página del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM. Los datos sin procesar se pueden descargar aquí