Esta cifra supone un nuevo máximo histórico y un reto que requerirá más de 28.000 millones de dólares en ayudas
Los países más vulnerables son Yemen, Siria, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, región del Sahel, Afganistán, Venezuela y Haití
Héctor Alonso
En el año 2020 más de 168 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria y ayuda para sobrevivir, la cifra más alta de las últimas décadas. Para atender esas necesidades serán necesarios 28.800 millones de dólares, según el cálculo de la ONU.
Este año ya se superaron todas las cifras anteriores, un aumento provocado por eventos climáticos extremos, y también se alcanzó una cifra récord para ayudarles: 16.000 millones de dólares.
En 2020 se prevé que aumenten los conflictos bélicos, incrementando el número de muertos, heridos y desplazados y refugiados, así como la violencia sexual contra mujeres y niñas. También aumentará el hambre provocado por los desplazamientos, así como la violencia contra los trabajadores humanitarios, dificultando el acceso a las víctimas. En 2018 murieron 13 trabajadores humanitarios, y en lo que va de 2019 han muerto 171.
Tendencias y riesgos emergentes
El cambio climático está aumentando la vulnerabilidad de las personas a las crisis humanitarias. Las ocho peores crisis alimentarias del mundo están relacionadas con conflictos y eventos climáticos.
Las enfermedades infecciosas son cada vez más frecuentes y difíciles de controlar, debido a conflictos, sistemas de salud débiles, agua y saneamiento deficientes y falta de acceso a las vacunas.
En 2019, 33 países de bajos ingresos estaban en riesgo de sobreendeudamiento o corrían el riesgo de sufrirlo. Una desaceleración económica mundial podría aumentar aún más la vulnerabilidad en países que ya experimentan estrés económico y problemas de deuda.
La situación seguirá empeorando a menos que el cambio climático y las causas fundamentales del conflicto se aborden mejor. Según las tendencias actuales, las proyecciones muestran que más de 200 millones de personas podrían necesitar asistencia para 2022.
A principios de 2019, unos 821 millones de personas estaban desnutridas, y de ellos 113 millones han padecido hambre aguda. La guerra es el impulsor clave del hambre. A principios de 2019, los conflictos armados y la persecución habían expulsado a un número récord de casi 71 millones de personas de sus hogares.
Por países
Yemen es la peor crisis humanitaria del mundo, con 24 millones de personas necesitadas, casi el 80 por ciento de la población y la situación no cambiará, previsiblemente, en 2020. También es el país que más respuesta humanitaria está recibiendo.
El conflicto en Siria sigue siendo origen de la mayor crisis de refugiados del mundo, con 5,6 millones de refugiados en los países limítrofes. Otros seis millones de sirios son desplazados internos.
Las necesidades humanitarias también seguirán siendo excepcionalmente altas en la República Democrática del Congo, Somalia, Sudán y Sudán del Sur.
En la región del Sahel (Níger, Chad, Burkina Faso, Nigeria, Sudán y Eritrea) el desplazamiento ha aumentado dramáticamente y el hambre ha alcanzado niveles críticos. En la cuenca del lago Chad, la crisis humanitaria no muestra signos de disminuir al entrar en su séptimo año.
Las necesidades también han crecido significativamente en otros países, como Afganistán, donde es probable que casi la cuarta parte de la población necesite asistencia humanitaria después de años de conflicto violento y sequía.
En Venezuela la crisis económica cada vez más profunda ha llevado a una severa reducción en los ingresos de muchos hogares y a un fuerte deterioro en los servicios públicos (agua, electricidad o sanidad) que ha empujado a muchos venezolanos a marcharse del país.
Haití también está sufriendo una crisis política y económica que ha hecho aumentar las necesidades: en 2020 4,2 millones de personas estarán en situación de inseguridad alimentaria.