Los ataques armados provocan grandes desplazamientos de población y agravan una crisis crónica
Héctor Alonso
Más de 1,2 millones de personas necesitan urgentemente asistencia sanitaria en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, una región que está sufriendo ataques de grupos armados que han provocado grandes desplazamientos de población, agravando una crisis que ya es crónica.
Casi un tercio de los centros de salud y dispensarios de la zona están dañados o han sido cerrados por la inseguridad, dejando a cientos de miles de personas sin acceso a los servicios sanitarios más básicos o tratamientos contra la tuberculosis, el VIH-SIDA o la malaria, además de la vacunación o la salud maternoinfantil. Tampoco se pueden llevar a cabo los programas de prevención del cólera o de la COVID-19.
La situación es tan grave que la Organización Mundial de la Salud ha hecho un llamamiento para una intervención urgente en la zona: se necesita financiación de los donantes y suministros médicos para salvar vidas.
La OMS ha puesto en marcha tres centros de tratamiento del cólera y un centro de salud provisional para atender a los desplazados, y ha proporcionado suministros de salud esenciales, para tratar el cólera, por ejemplo.
Ataques armados
El pasado mes de marzo se intensificaron los ataques armados en Cabo Delgado, provocando la huida de 52.000 personas, que se sumaron a centenares de miles de desplazados anteriores. La violencia en la región comenzó en 2017, y además los ciclones de 2019 afectaron gravemente esa zona, provocando la destrucción de instalaciones de salud y viviendas. A consecuencia del ciclón Kenneth aparecieron brotes de cólera y sarampión. Ahora la situación se ve agravada por la COVID-19 y por el aumento del número de desplazados.
Los grupos armados que actúan en la región -que han declarado su apoyo a ISIS- practican la violencia indiscriminada contra la población, asesinando a hombres, violando mujeres y reclutando niños a la fuerza, lo que está provocando que cientos de miles de personas huyan de sus hogares.