La situación de Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen empeorará este año, como en otros quince países
Héctor Alonso
Según el informe Hunger Hotspots, en el que se analizan los puntos críticos donde se sufre hambruna, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la inseguridad alimentaria aguda se deteriorará en más de veinte países durante 2022.
Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen son los países cuya situación es más crítica, con parte de su población en riesgo de hambruna y pérdida de vidas (fase 5 de la inseguridad alimentaria) y que requeriría una intervención urgente. Lo preocupante, según el informe, es la falta de datos actualizados sobre Etiopía por la inseguridad provocada por el conflicto armado que se desarrolla en el país, y que los analistas creen que podría ser aún peor.
Ya en el pasado año se proyectó situación de hambruna a partir de julio para más de 400.000 personas en la región de Tigray, donde se desarrolla una guerra civil. También se previó un empeoramiento de la situación para final de año si el conflicto se prolongaba, cosa que ha sucedido.
En Nigeria la población más afectada es la que vive en el noroeste del país, donde también hay luchas armadas, y para la que se prevé inseguridad alimentaria catastrófica a partir de junio de este año o incluso antes.
En Sudán del Sur, un país que apenas ha conocido la paz desde su fundación en 2011, todo el territorio sufre de inseguridad alimentaria aguda, que podría empeorar con algunas regiones en situación de hambruna.
En Yemen el último análisis disponible, publicado en diciembre de 2020, proyectó un aumento de los niveles catastróficos de inseguridad alimentaria en tres provincias y un empeoramiento de la situación en otras zonas para 2021. Sin embargo la situación mejoró gracias al aumento de la asistencia humanitaria. Los datos más recientes revelan que la tendencia es de empeoramiento de la inseguridad alimentaria.
Otros países en crisis
Madagascar, cuya situación se encaminaba a la catástrofe para octubre-diciembre de pasado año, experimentó una mejora gracias a la asistencia humanitaria. No obstante, sigue siendo una zona crítica por los altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
Afganistán, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Haití, Honduras, Sudán y Siria siguen siendo países de especial preocupación, como en la edición anterior del informe. Esto se debe a la gran cantidad de personas en situación de inseguridad alimentaria crítica y el empeoramiento de la situación.
Afganistán se enfrenará a un récord de personas en inseguridad alimentaria crítica y existe un grave riesgo de hambruna con pérdida de vidas (Fase 5).
La región del Sahel ha entrado por primera vez en el informe como «zona de especial preocupación» y se prevé que durante 2022 se alcance el nivel más alto en los últimos ocho años de inseguridad alimentaria aguda. Las causas: precipitaciones irregulares, precios récord de los alimentos, escasez e inseguridad por choques armados.
Mauritania es otro país que ha sido incluido en la lista de países en situación crítica.
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