Se necesitan 2.400 millones de dólares para que el país no caiga en la hambruna y combatir la pandemia
Más de 13o países y organizaciones internacionales se reunieron ayer, convocados por la ONU y por Arabia Saudita, para tratar de encontrar financiación para Yemen, que sufre una crisis sin precedentes.
La situación se ha deteriorado aún más en Yemen después de años de guerra civil, la amenaza de la pandemia de COVID-19 y del cólera, que reaparece cuando llega la temporada de lluvias.
La ONU ha considerado a Yemen, un país de 24 millones de personas, como la mayor crisis humanitaria actualmente, con buena parte de la población dependiendo de la ayuda internacional para sobrevivir: 10 millones de personas reciben ayuda todos los meses. Según la ONU y las organizaciones de ayuda internacional, el país necesita al menos 2.400 millones de dólares para sobrevivir este año. En esa cifra se incluye la inversión necesaria para afrontar la pandemia, 180 millones de dólares. De momento, la falta de financiación obligará a cerrar 3o programas de los 41 que la ONU gestiona en el país. El año pasado la conferencia de donantes logró recaudar 2.600 millones de dólares, pero este año es una incógnita.
Las agencias de ayuda en Yemen están realizando la operación de ayuda más grande del mundo, con más de diez millones de beneficiarios. La respuesta al COVID-19 ha aumentado la urgencia, la escala y los requisitos financieros de la operación.
Solo la mitad de las instalaciones de salud de Yemen están en pleno funcionamiento. Los que aún están operativos están abrumados con los casos de COVID-19 y carecen de mascarillas, guantes y oxígeno para tratar a los pacientes. Muchos trabajadores humanitarios de primera línea y de salud no tienen equipo de protección, y la mayoría no reciben salarios.
Si no se recibe pronto esa inyección financiera los mayores perjudicados serán los niños. En la actualidad más de 1,7 millones de niños y mujeres embarazadas reciben nutrición suplementaria. Si se suspenden esos programas, volverá la hambruna.
Arabia Saudita, que es convocante de la conferencia internacional de donantes junto a la ONU, es uno de los principales donantes. Sin embargo, también es parte activa en el conflicto bélico, ya que apoya militarmente a una de las partes y sus aviones son responsables de múltiples bombardeos sobre las infraestructuras del país, incluyendo hospitales y depósitos y sistemas de conducción de aguas.