Las principales víctimas serían los niños, y millones más podrían caer en la pobreza: entre 42 y 66 millones de niños quedarán en pobreza extrema
La ONU ha advertido de que la recesión que sufrirá el mundo provocada por la pandemia podría cobrarse cientos de miles de vidas de niños y niñas y millones más podrían caer en la pobreza.
En un informe dado a conocer ayer se recoge que casi 369 millones de niños de 143 países dependen de las comidas escolares para mantener un nivel de nutrición diaria mínimo. Esa fuente de alimentación ha desaparecido con el cierre de escuelas en todo el mundo, por lo que muchos niños han perdido ese recurso y se ven obligados a procurárselo en otro lado.
La situación podría ser tan grave que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido que se actúe ahora para hacer frente a este problema y tratar de amortiguar su impacto en la infancia. «Lo que comenzó como una emergencia de salud pública se ha convertido en un desafío enorme para tratar de no dejar a nadie atrás», ha dicho.
El nuevo coronavirus que causa la enfermedad respiratoria COVID-19 ha infectado hasta ahora a más de dos millones de personas y matado a cerca de 138.000 personas en 213 países. Si bien los niños parece que están más protegidos frente al virus que los adultos, sufrirán en mayor medida las dificultades económicas provocadas en las familias por la recesión económica. La estimación es que se revertirán los avances logrados en los últimos tres años contra la mortalidad infantil.
Más de 400 millones de niños en pobreza extrema
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que la economía mundial tendrá este año la peor caída desde la Gran Depresión de los años 30. Eso significa que entre 42 y 66 millones de niños podrían caer en la pobreza extrema, sumándose a los 386 millones de niños que la la sufren desde 2019.
