Haría aumentar el PIB de los países en desarrollo en un diez por ciento durante una década
Además de ser un derecho y una cuestión de justicia social, garantizar que las niñas de los países en vías de desarrollo puedan acabar al menos la educación secundaria supondría un enorme desarrollo de esos países, estimado en un 10 por ciento de incremento del PIB anual durante los próximos diez años.
Según un estudio realizado por la organización no gubernamental Plan Internacional y el grupo bancario Citi, cada dólar invertido en la educación de una niña supone un retorno de 2,80 dólares, lo que supondría miles de millones de dólares de riqueza extra para los países que inviertan en la educación de sus niñas.
Por tanto, los planes de recuperación de la pandemia de COVID-19 deben priorizar la inversión y educación de las niñas para ayudar a crecer a sus comunidades.
Antes de la pandemia más de 130 millones de niñas de todo el mundo habían dejado la escuela, según datos de UNESCO, y se calcula que once millones no regresarán a clase cuando termine, ya que en muchos países la prioridad es invertir en los niños. Ellas quedan sin terminar su educación y más expuestas a la explotación, los abusos y los matrimonios tempranos.
Este informe se ha basado en el estudio de ocho países en desarrollo, entre ellos India, Egipto, Uganda, Bolivia y Laos y pide un enfoque global sobre las medidas que se tomen para reactivar la economía, que contemplen la educación, la salud y la prevención de la violencia. También reconoce que algunos países podrían tener dificultades financieras para garantizar que todas las niñas completen su educación, pero los líderes mundiales se comprometieron en 2015 a impulsar la inclusión de las mujeres es un compromiso que tiene que cumplirse.