La guerra olvidada del Congo

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Desplazados por la violencia en Congo

La guerra olvidada del Congo

Por Claude Muhindo Sengenya (IRIN)
A pesar de la muerte hace más de un año del comandante Paul Sadala, conocido como «Morgan», su milicia Simba siguen causando estragos en Mambasa, un vasto territorio de más de 35.000 kilómetros cuadrados en la provincia de Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo. Durante la noche del 5 de diciembre sus milicianos atacaron dos instalaciones mineras. Durante el ataque, 47 personas fueron secuestradas, una mujer fue violada por un grupo de nueve asaltantes, y se saquearon las instalaciones. Otros 40 civiles, la mayoría mujeres, fueron secuestrados en la zona minera de Bakaiko, también por las milicias Simba. Hasta ahora no se sabe nada del paradero de los secuestrados.

 

Desplazados por la violencia en Congo

El pasado mes de diciembre la milicia Simba distribuyó panfletos amenazando con atacar a otras dos localidades: Mabukusi y Epulu. En los últimos meses centenares de civiles, en su mayoría mujeres, han sido secuestradas o violadas. La milicia quema las chozas de las aldeas, obligando a la gente a huir.

Tras la muerte de Morgan en abril de 2014 sus lugartenientes Manu y Mangaribi han ocupado su puesto y han continuado sembrando el terror.

La milicia Simba reune varios grupos Mai Mai que operan en la región. El número de combatientes se desconoce. Tampoco reivindican nada: simplemente atacan, violan, saquean y secuestran. También practican la caza furtiva en la Reserva de Okapi, Patrimonio de la Humanidad, saquean sus recursos naturales, como minerales o maderas preciosas.

Ser mujer es una desgracia en Mambasa

Las asociaciones de derechos humanos han estado documentando casos de violencia sexual contra las mujeres perpetrados por milicianos Simba, registrando 150 secuestros y violaciones tan solo en 2015. Utilizan a las mujeres como esclavas sexuales, según han relatado algunas víctimas que lograron escapar.

«En Mambasa, ser una mujer es realmente una desgracia», según se lamentó una de estas mujeres, Kasoki, de 40 años que escapó en julio de 2015 después de pasar un mes como cautiva, período durante el cual fue violada por numerosos hombres. Las que quedan embarazadas son obligadas a abortar a golpes.

A pesar de estos testimonios, el ejército del país no está actuando de forma decidida contra la milicia Simba, y tampoco mantienen presencia en las aldeas de la región, lo que deja la zona a merced de los atacantes.

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