Más ayuda alimentaria podría impulsar la lucha contra el ébola en la República Democrática del Congo, según los expertos
Si las familias en contacto con el virus recibieran alimentos, no acudirían a mercados y zonas públicas evitando la extensión del virus
Una medida que podría ayudar en la lucha contra el ébola en la República Democrática del Congo (RDC) sería el suministro de alimentos a las familias que podrían haber expuestas al ébola. Así no tendrían que acudir a los mercados a buscar alimentos, evitando la extensión del virus.
El brote que sufre actualmente la RDC es el segundo más grande de la historia. Se trata de un país, además, con una escasez crónica de alimentos, donde el pasado año 13 millones de personas -el 15% de la población- no tuvieron acceso suficiente a una alimentación suficiente.
Hasta el momento más de 1.300 personas han enfermado, de las que han muerto 880 desde julio del año pasado. La desconfianza de la población hacia las instituciones de gobierno han hecho que muchas personas rechacen la vacuna o se resistan a los tratamientos. Algunos centros médicos, además, han sido atacados por grupos armados.
La estrategia de proporcionar alimentos a las personas en riesgo haría, además, que éstas estuvieran más dispuestas a recibir vacunas y tratamiento y evitarían la expansión del virus al permanecer estas personas en casa, sin tener la necesidad de salir a buscar comida.
Rápida extensión
El brote de ébola en el Congo se está propagando rápidamente, con un récord de nuevos casos en las últimas semanas debido a la violencia en varias zonas del país, que impide acceder a centros médicos y a la desconfianza en el gobierno. Actualmente hay un millón de desplazados internos, personas sin refugio, acceso a comida o a educación, excluidas de la atención médica también.
«Es muy poco probable que alguien sin refugio, sin comida, sin educación para sus hijos acuda para recibir tratamiento cuando sus necesidades básicas nunca han sido atendidas», según la ONG Consejo Noruego de Refugiados, que trabaja en la RDC.
El empeoramiento de la violencia y las escasas lluvias han contribuido a un aumento del hambre en algunas partes de la provincia de Kivu del Norte, una de las zonas más afectadas por el ébola, especialmente entre las familias desplazadas.