La crisis climática empeora la situación de los países más pobres

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Niño recogiendo agua en el Sahel - Foto: UNICEF

El cambio climático está creando más hambre en los países que ya sufrían inseguridad alimentaria

Héctor Alonso

Mientras en Europa las consecuencias del cambio climático se manifiestan en oleadas de calor sin precedentes sin grandes consecuencias, de momento, en los países más pobres y que ya sufrían inseguridad alimentaria crónica este fenómeno está agudizando la crisis y llevándose por delante economía y vidas.

Hay diez países -Afganistán, Burkina Faso, Yibuti, Guatemala, Haití, Kenia, Madagascar, Níger, Somalia y Zimbabue- que a lo largo de los últimos veinte años han sufrido fenómenos meteorológicos extremos y donde viven 21 millones de personas que ya en 2016 sufrían hambre aguda. En 2022 esa cifra ha subido hasta 48 millones de personas, y de ellos 18 millones están al borde de la inanición.

Sin capacidad de resistir

Para millones de personas que ya están en situación extremadamente vulnerable las los fenómenos climáticos adversos y repetidos se están convirtiendo en un factor decisivo para su supervivencia. Esas personas se han quedado sin capacidad de resistencia y están cayendo al abismo del hambre severa.

La organización Oxfam ha publicado un informe en el que se da cuenta de esta situación, y en el que se recuerda que a pesar de esta crisis climática, que se está llevando por delante las economías y las vidas de millones de personas, la industria del petróleo y del gas gana 2.800 millones de dólares cada día. Con tan solo 18 días de sus beneficios se podría atender el presupuesto de un año de la ONU destinado a cubrir las emergencias provocadas por el clima: 48.820 millones de dólares.

Por esa razón Oxfam ha hecho un llamamiento a los países ricos, que son además los más contaminantes y responsables de la situación, para que destinen fondos de forma urgente destinados a financiar los programas que desarrolla la ONU para combatir las consecuencias de la emergencia climática. Y también para poner en marcha medidas reales que reduzcan las emisiones y para compensar a los países de bajos ingresos golpeados por el cambio climático.

 

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