La AECID y Cruz Roja hacen frente en Namibia a las inundaciones que sufre el país
El Convenio Humanitario suscrito permitirá asistir a 1.500 familias de las más de 15.000 se estima hay desplazadas según fuentes gubernamentales, que declararon el estado de emergencia en marzo.
Como consecuencia de las fuertes lluvias que se están sucediendo desde hace meses en Namibia y que han ocasionado grandes inundaciones, sobre todo en la zona norte del país, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Cruz Roja Española han activado un Convenio Humanitario de Emergencia para asistir a las personas afectadas, proporcionando de forma inmediata apoyo en la provisión de materiales básicos, refugio, agua, higiene y saneamiento, primeros auxilios, salud y prevención de enfermedades. El objetivo es asistir a 1.500 familias, (unas 6000 personas).
Entre las actividades que se financian destacan: distribución de materiales básicos de auxilio como mantas o kits de higiene; provisión de materiales para evitar enfermedades ligadas al agua (mosquiteras, pastillas potabilizadoras y otros materiales básicos); y apoyo a la organización logística (transporte, almacenaje, distribución y control). La población beneficiaria de estas acciones de emergencia son, principalmente, personas desplazadas y alojadas en campamentos.
La activación del Convenio Humanitario de Emergencia, que tendrá una duración de seis meses con una financiación de 73.000 euros, supone reforzar el compromiso de la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID y Cruz Roja Española en Namibia.
Según fuentes del Gobierno, que declaró el estado de emergencia el pasado 29 de marzo, hasta el momento estas inundaciones han provocado más de cien muertos, más de 60.000 personas desplazadas (4% de la población de las provincias del Norte) y han afectado de forma directa a alrededor de 230.000 personas (15 % de la población) y de forma indirecta a otras 500.000 (25% de la población total).
Las provincias más afectadas son las de Oshikoto, Oshana, Ohangwena, Omusiti, Kavango, Kunene y Caprivi, en el norte del país. Asimismo, el sustento económico de las comunidades más vulnerables se ha visto mermado en la medida en que las inundaciones han destruido la mayoría de las cosechas agrícolas, afectando también a otras actividades de producción alimentaria (ganadería, pesca, etc.)
