El líder opositor de en la República Democrática del Congo, Tshisekedi, logra una victoria sorpresa en las elecciones presidenciales.El candidato presidencial, Emmanuel Ramazani Shadary, queda tercero
El nuevo presidente se enfrenta a grandes retos: controlar el bote de ébola y acabar con las milicias armadas
Héctor Alonso
La Comisión Electoral de la República Democrática del Congo (RDC) ha declarado hoy la victoria del líder opositor Félix Tshisekedi tras las caóticas elecciones celebradas el mes pasado, que fueron retrasadas por la quema de las papeletas. El candidato presidencial ha sido duramente derrotado y ha quedado en tercer lugar. El candidato que quedó segundo, otro líder de la oposición, no ha aceptado los resultados y habla de fraude.
Si todo va bien, será la primera vez que en este país, sumido en una grave crisis política, económica y sanitaria, con el mayor brote de ébola de su historia, se produce una alternancia pacífica en el gobierno tras la suspensión de los resultados de las elecciones celebradas en 2006 y 2011. A diferencia de los resultados ofrecidos por la Comisión Electoral, la Iglesia Católica del Congo ha hecho público su propio recuento en el que el triunfador es Martin Fayulu, otro opositor al gobierno.
En el barrio de Kinshasa donde vive Tshisekedi miles de personas bailaban en las calles en celebración y los automóviles disminuían la velocidad y hacían sonar el claxon.
Fin de la era Kabila
Muchos creen que por fin ha terminado la era de los Kabila, que llevan gobernando el país desde 1997: primero Laurent Kabila, que lideró la revuelta que derrocó a Mobutu, y después su hijo Joseph, que ocupó la presidencia tras el asesinato de su padre en 2001.
En África no es frecuente que un presidente ceda el mando tras unas elecciones y acepte pasar a la oposición. Por esta razón los ojos de muchos africanos estarán pendientes de lo que pueda pasar en la RDC.
En sus primeras declaraciones el presidente provisional aseguró que gobernará «para los ochenta millones de congoleños, no para una tribu». Precisamente los Kabila siempre fueron acusados de favorecer descaradamente a su tribu, en detrimento de otras etnias del país.
Si el Tribunal Constitucional confirma la victoria de Tshisekedi en los próximos 10 días, se convertirá en el primer líder en llegar al poder a través de las urnas desde Patrice Lumumba, el padre de la independencia, que fue derrocado tras un golpe de estado tres meses después de la independencia y posteriormente asesinado.
Hijo de un opositor asesinado
Tshisekedi es el hijo del histórico político Etienne Tshisekedi, que lideró la oposición a tres presidentes sucesivos durante 35 años y fue asesinado en 2017, cuando trataba de negociar la salida del poder de Kabila, obligado por la limitación de mandatos reflejada en la Constitución que Kabila se negaba a cumplir.
Ahora se abre un período de incertidumbre mientras previsiblemente se presentan recursos a los resultados, como los que presentará la Iglesia Católica, que mostró su desacuerdo con los recuentos oficiales.
Las elecciones han sido accidentadas, y tuvieron que retrasarse una semana por un incendio que destruyó las papeletas, lo que hizo elevar la tensión. También se suspendieron las votaciones en algunas zonas del país por la inseguridad provocada por los grupos armados y por el ébola. La oposición denunció el cierre de colegios electorales antes de tiempo o el mal funcionamiento de las máquinas electorales.
Retos
El nuevo presidente se tendrá que enfrentar a importantes retos cuando asuma el poder. En primer lugar, coordinar la lucha contra el brote de ébola, que ya ha causado centenares de enfermos y decenas de muertes en zonas del país de difícil acceso por su aislamiento o por la violencia de las milicias.
En segundo lugar, tendrá que acabar con la inestabilidad política y tratar de llegar a acuerdos o ganarle la partida a los movimientos armados que controlan amplias regiones del país, asaltan aldeas y roban y asesinan.
