Los traficantes cambian los puntos de salida por la presión de los guardacostas
En lo que va de año cerca de 800 migrantes habrían muerto ahogados en el Mediterráneo, según datos de la Organización Internacional de las Migraciones de la ONU. Según los datos con los que cuenta la OIM, en los cinco primeros meses de 2018 habrían muerto 785 personas, en las que estarían incluidas las 45 que murieron el pasado domingo en un naufragio frente a las costas de Túnez.
La cifra podría aumentar, ya que hay al menos 70 desaparecidos. La embarcación, un pequeño buque pesquero, transportaba al menos a 180 personas a bordo, de las que 68 pudieron ser rescatadas. El naufragio ocurrió a unas cinco millas náuticas de la isla de Kerkenah.
La embarcación partió de Túnez, un nuevo punto de salida de los barcos que tratan de llevar migrantes a Europa, lo que se explica por la presión que los guardacostas libios están ejerciendo en su costa, que habría obligado a los traficantes de personas a trasladar su campo de operaciones.
