Confirmados al menos cinco casos, aunque podría haber cientos
Hay 2.700 casos de diarrea acuosa aguda, que podría ser un síntoma de cólera
Héctor Alonso
Las previsiones más pesimistas tras el paso del ciclón Idai, el más destructivo registrado en el Sur de África y que dejó un rastro de destrucción en Mozambique, Malawi y Zimbabue, se están cumpliendo. Los daños a las fuentes de agua potable y los sistemas de saneamiento, destruidos o inundados, han provocado ya los primeros casos de cólera. Las autoridades han confirmado cinco casos, aunque hay otros 2.700 casos de diarrea acuosa aguda que podrían deberse también al cólera.
El ciclón ha desplazado además a centenares de miles de personas y ha arrasado un área de más de 3.000 kilómetros cuadrados, con destrucción de infraestructuras, como puentes, carreteras, tendidos eléctricos, e inundación de cultivos.
Un riesgo advertido
El otro riesgo inminente es el repunte de la malaria: ahora los mosquitos cuentan con numeroso reservorios donde reproducirse y además muchas familias que han perdido sus hogares tienen que dormir a la intemperie, sin redes anti-mosquitos, que es una de las formas de evitar la enfermedad.
Para luchar contra la extensión del cólera y las enfermedades diarréicas, el gobierno ha organizado un centro de tratamiento en el hospital de Beira. Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que en una semana habrá enviado 900.000 dosis de la vacuna oral contra el cólera, procedentes de su reserva. Estas vacunas serán distribuidas en las zonas de riesgo.
La última epidemia de cólera se registró en 2017 y 2018 en Yemen, con más de un millón de casos y cerca de 2.500 muertos, casi todos niños.