Más de 11.000 niños han resultado heridos, mutilados o han muerto desde que empezó la guerra en 2015
Héctor Alonso
En Yemen cada día cuatro niños o niñas mueren o resultan heridos, muchas veces con graves mutilaciones. Un total de 11.000 niños desde 2015, año en el que conflicto que enfrenta al gobierno del país con los rebeldes, apoyados por Arabia Saudí, se recrudeció. Son datos terribles de UNICEF que, sin embargo, podrían quedarse cortos, ya que solo son los verificados por la ONU.
Si bien la tregua negociada por la ONU condujo a una reducción significativa de la intensidad del conflicto, otros 62 niños resultaron muertos o heridos entre el final de la tregua a principios de octubre y finales de noviembre. Al menos 74 niños se encontraban entre las 164 personas muertas o heridas por minas terrestres y artefactos explosivos sin detonar solo entre julio y septiembre de 2022.
Desnutrición aguda grave
Casi ocho años después de la escalada del conflicto, más de 23,4 millones de personas, incluidos 12,9 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria y protección: casi las tres cuartas partes de la población total. Se estima que 2,2 millones de niños en Yemen están gravemente desnutridos, incluidos casi 540.000 niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda grave y luchan por sobrevivir.
“Para niños como Yasin, de 7 meses, y su madre Saba, a quienes visité en un hospital de Adén, la vida se ha convertido en una lucha por la supervivencia”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, quien lanzó el Llamamiento de Acción Humanitaria para la Infancia de UNICEF desde Yemen hace una semana. “Miles de niños han perdido la vida, cientos de miles más siguen en riesgo de muerte por enfermedades prevenibles o hambre. Yasin es solo uno de los muchos niños gravemente desnutridos en Yemen. Todos necesitan apoyo inmediato ya que los servicios básicos prácticamente están destruidos”.
Agua potable e higiene
Más de 17,8 millones de personas, incluidos 9,2 millones de niños, carecen de acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene (WASH). Durante años, el sistema de salud del país ha sido extremadamente frágil: solo el 50 por ciento de las instalaciones de salud funcionan, lo que deja a casi 22 millones de personas, incluidos alrededor de 10 millones de niños, sin acceso adecuado a la atención médica.
La cobertura de inmunización se ha estancado a nivel nacional, y el 28% de los niños menores de 1 año no reciben las vacunas de rutina. Junto con la falta de acceso a agua potable, esto pone a los niños en riesgo extremo en medio de brotes regulares de cólera, sarampión, difteria y otras enfermedades prevenibles por vacunación.
Niños sin escuela
Al mismo tiempo, Yemen se enfrenta a una grave crisis educativa que tiene enormes consecuencias a largo plazo para los niños. Dos millones de niños no asisten a la escuela, y este número podría aumentar a 6 millones de niños cuya educación se ve interrumpida ya que al menos una de cada cuatro escuelas en Yemen está destruida o parcialmente dañada.
“Si los niños de Yemen quieren tener alguna posibilidad de un futuro decente, entonces las partes en conflicto, la comunidad internacional y todos aquellos con influencia deben asegurarse de que estén protegidos y apoyados”, dijo Russell. “Eso incluye a niños como Mansour, a quien conocí en un centro de rehabilitación y prótesis apoyado por UNICEF. Le amputaron la pierna a la altura de la rodilla después de que un francotirador le disparara. Ningún niño debería sufrir eso. La renovación urgente de la tregua sería un primer paso positivo que permitiría un acceso humanitario crítico. En última instancia, solo una paz sostenida permitirá a las familias reconstruir sus vidas destrozadas y comenzar a planificar el futuro”.
UNICEF necesita urgentemente 484,4 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria en Yemen en 2023. La falta de financiación predecible para intervenciones urgentes desafía la continuidad de los servicios clave, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de los niños.