En los últimos 17 días han muerto 17 niños por la escalada de la violencia
Un niño muerto por bombardeos y ataques cada día es el resultado de la violencia en Idlib, Siria, donde los combates han obligado a más de 40.000 niños a desplazarse huyendo de los bombardeos en las últimas tres semanas. Las escuelas y las instalaciones de salud no son seguras al haberse convertido en objetivo de los ataques.
Estos son los datos que ha facilitado la organización Save the Children y su socio en el terreno Hurras Network. Las escuelas cierran con frecuencia y las instalaciones de salud corren grandes riesgos al permanecer abiertas. Muchos de los centros médicos han sido desmantelados para trasladar su equipamiento a lugares más seguros.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado al menos 39 incidentes relacionados con instalaciones de salud desde la escalada de violencia a fines de abril. En menos de tres semanas más de 70.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, lo que suma un total de 590.000 personas desplazadas. Muchas familias se han visto obligadas a cambiar hasta tres y cuatro veces de ubicación para garantizar su seguridad.
Las imágenes obtenidas por satélite por las Naciones Unidas muestran que al menos 17 pueblos enteros han sido destruidos casi por completo, incluidas las áreas residenciales y comerciales.
La directora de Save the Children en Siria, Sonia Khush, ha expresado su preocupación por la situación que viven los niños en esa zona del país. “Estamos profundamente preocupados por los crecientes riesgos para los niños en Idlib. Los niños, particularmente vulnerables a las armas explosivas, se han visto atrapados en la violencia en curso en las últimas semanas. Según los informes de nuestros socios, un niño ha sido asesinado todos los días en Idlib en 17 días. Al menos 40.000 niños han sido forzados a desplazarse, a menudo no por primera vez, en las últimas tres semanas. Las escuelas cierran con frecuencia y las instalaciones de salud corren grandes riesgos al continuar operando. El conflicto en Siria no ha terminado y los niños en Idlib siguen sufriendo».