El Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional ha recaído este año en la ONG Amref (African Medical and Research Foundation – Fundación Africana para la Medicina y la Investigación) la mayor organización sanitaria de África y gestionada completamente por africanos, lo que es una buena noticia por dos razones: la primera, porque supone el reconocimiento a una organización que lleva, desde 1957, atendiendo primero a las poblaciones más alejadas y que no disponían de asistencia médica con sus ya míticas avionetas-ambulancia, y posteriormente desarrollando programas de salud materno-infantil, lucha contra la malaria, el VIH o la tuberculosis y promoviendo la formación y la investigación.
La segunda razón es que se reconoce a una organización que es exclusivamente africana y que demuestra que desde África, continente tradicionalmente receptor de ayuda, también se desarrolla medicina humanitaria, se lleva a cabo una buena gestión, se forma -más de doce millones de trabajadores de la salud a lo largo de su historia- y se acumula experiencia y saber hacer sobre el terreno, algo de lo que muchas ONG con sede en Europa o América deberían aprender.
