Héctor Alonso
Con el aeropuerto de Kabul cerrado excepto para los vuelos de evacuación de personal y familiares de personas que han trabajado con las embajadas y las misiones militares, aumenta en el país la necesidad de suministros urgentes como medicamentos o alimentos para las más de 300.000 personas desplazadas solo en los últimos dos meses.
La Organización Mundial de la Salud y UNICEF han pedido acceso inmediato para poder llevar suministros a los más vulnerables del país. Hasta la toma de Kabul por los talibán Afganistán representaba la tercera operación humanitaria más grande del mundo, como más de 18 millones de personas con necesidades de asistencia, de los cuales más de 10 millones son niños y niñas.
No solo la OMS y UNICEF: por el momento ninguna otra agencia humanitaria u ONG puede aterrizar en el país ni desplazar allí material de ayuda. Por esa razón ambas organizaciones han solicitado el establecimiento de un puente aéreo de emergencia y un corredor humanitario que permitan la llegada de vuelos y la distribución de la ayuda.
Además de la pandemia de COVID-19, el país sufre por una prolongada sequía, que está suponiendo la escasez de alimentos para muchas economías de agricultura y ganadería de subsistencia.