Durante 2016 llegaron a Europa más de 100.000 niños refugiados y migrantes, de los cuales más de un tercio (33.000) lo hicieron solos y sin compañía de adultos. En los primeros tres meses de 2017, 5.700 niños desembarcaron en las costas europeas. La inmensa mayoría de ellos entró irregularmente en Europa a través de las dos principales puertas de entrada al continente: Italia, utilizando la ruta del Mediterráneo o Grecia, que transita por Turquía, principalmente por vía marítima.
UNICEF ha realizado un estudio para determinar el origen de los niños así como sus circunstancias.
La evaluación encontró que los niños refugiados y migrantes en Italia y Grecia provienen de países con conflictos y de zonas con pobreza. Todos dejan atrás una situación en la que creen que no tienen acceso a sus derechos básicos, y aún más las niñas, y no ven perspectivas para sí mismos en un futuro inmediato. Para muchos niños que han llegado a Italia o Grecia, el viaje aún no ha terminado, ya que pretenden unirse a su familia en otro lugar. Otros quieren quedarse en Italia o Grecia para continuar su educación y construir una vida en el país.
Todos se enfrentan a retos en la realización de sus objetivos, ya que el acceso a la documentación, incluidos los permisos de residencia y de asilo, tarda más de lo previsto y las vías legales son desesperadamente lentas. Mientras tanto, los niños pierden en educación. A menudo, los niños no entienden cómo funcionan los procedimientos y por qué necesitan esperar. Como resultado, los niños pierden su confianza en el sistema de acogida infantil y tratan de alcanzar sus metas a través de medios irregulares, poniéndose en manos de contrabandistas y en riesgo de abuso y explotación.
Los perfiles de los niños que viajan por la ruta del Mediterráneo Central y de los niños que viajan por la ruta del Mediterráneo oriental son significativamente diferentes, lo que refleja la proximidad geográfica de Italia y Grecia con el norte de África y Oriente Medio, respectivamente. Mientras que los niños en Italia, en su mayoría, no están acompañados (91%), la mayor parte de los niños que llegan de países del Oeste y del Cuerno de África llegan con la familia (91%). Además, los niños que llegan a Grecia provienen principalmente de tres países: Siria (54%), Irak (27%) y Afganistán (13%).