El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha acusado a Australia de no cumplir con sus obligaciones con los refugiados, ya que este país pretende resolver la situación de 2.000 refugiados si ACNUR facilita un acuerdo de intercambio con Estados Unidos.
Australia ha optado por seguir una línea dura con los refugiados que tratan de llegar al país por mar, y los envían para su procesamiento a campamentos en las islas de Nauro y Manus (Papúa Nueva Guinea), después de dejarles claro que nunca podrán ir a Australia. Esta política ha sido duramente criticada por la ONU. Actualmente hay más de 2.000 personas encerrados en esos campamentos. ACNUR había expresado su esperanza de que Australia permitiera, al menos, que los refugiados detenidos en esas islas y que tuvieran lazos familiares en Australia pudiera trasladarse al país para llevar a cabo la reunificación familiar, pero Australia ha negado incluso esa posibilidad.
El supuesto acuerdo con Estados Unidos, calificado como «estúpido» por Donald Trump y negado oficiosamente por el gobierno australiano, consiste en que Estados Unidos aceptaría a estos refugiados retenidos en las islas, mientras que Australia aceptaría a cambio refugiados centroamericanos.
Una portavoz del ministro australiano de Inmigración dijo a Reuters que ese acuerdo no existe.
