Un viaje mortal para los niños: la ruta migratoria del norte de África a Europa

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Tres de cada cuatro niños migrantes y refugiados sufren abusos y violencia

Los niños y las mujeres refugiadas y migrantes sufren sistemáticamente violencia sexual, explotación, abuso y detención a lo largo de la ruta de migración del Mediterráneo central desde el norte de África a Italia. «Un viaje mortal para los niños: La ruta del migrante del Mediterráneo central» es un informe en el que UNICEF denuncia los riesgos extremos que enfrentan los refugiados y los niños migrantes a lo largo de ese peligroso viaje, que se inicia en el África Subsahariana y tiene su última etapa en Libia, desde donde esperan llegar a Italia cruzando el Mediterráneo.

En el informe se cuenta que tres de cada cuatro niños dicen que han sufrido violencia y agresiones durante el viaje y la mitad de las mujeres y los niños y niñas, abusos sexuales, a menudo en múltiples ocasiones y en sitios diferentes a lo largo de su viaje.

En 2016 al menos 4.579 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo desde Libia, uno de cada cuarenta que lo intentaron. Al menos 700 de los muertos fueron niños.

Afshan Khan, Director Regional de UNICEF y Coordinador Especial para la Crisis de los Refugiados y Migrantes en Europa, explica respecto del informe: «el Mediterráneo Central desde el Norte de África hasta Europa es una de las rutas migratorias más mortíferas y peligrosas del mundo para niños y mujeres. La ruta está controlada principalmente por contrabandistas, traficantes y personas que captan a niños desesperados y mujeres que buscan refugio o una vida mejor. Necesitamos caminos seguros y legales y salvaguardias para proteger a los niños migrantes que los mantengan seguros frente a esos depredadores».

Los datos recientes de una encuesta sobre mujeres y niños migrantes en Libia a finales de 2016 revelan el terrible nivel de abuso a lo largo de la ruta migratoria. En el momento de la encuesta, se registraron 256.000 migrantes en Libia, entre ellos 30.803 mujeres y 23.102 niños, de los cuales un tercio estaba solo. Las cifras reales, sin embargo, se cree que podrían ser el triple.

La mayoría de los niños y las mujeres indicaron que habían pagado a los contrabandistas al comienzo de su viaje, dejando a muchos endeudados y vulnerables al abuso, secuestro y tráfico.

Las mujeres y los niños también informaron de las condiciones muy duras durante el viaje, como como la falta de alimentos o alojamiento, o la extrema dureza en los centros de detención libios administrados tanto por el Gobierno como por las milicias armadas.

UNICEF, para tratar de acabar con estos abusos y con la desprotección de los menores migrantes y refugiados, ha elaborado un programa de acción en seis puntos, cuyo cumplimiento ha solicitado a la comunidad internacional:

Proteger a los niños refugiados y migrantes, en particular a los niños no acompañados, de la explotación y la violencia.

Poner fin a la detención de niños que buscan el estatuto de refugiado o migran mediante la introducción de una serie de alternativas prácticas.

Mantener a las familias juntas como la mejor manera de proteger a los niños y darles un estatus legal.

Proporcionar educación y acceso a la salud a todos los niños refugiados y migrantes.

Presionar para actuar sobre las causas subyacentes de los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes.

Promover medidas de lucha contra la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.

Descargar el informe en PDF

 

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