Después de diez años de guerra los refugiados sirios se enfrentan a un futuro incierto
Héctor Alonso
Los diez años de guerra en Siria ha provocado millones de desplazados: 2,4 millones durante cada año que ha durado el conflicto. Si éste se prolonga, otros seis millones de personas se convertirán en desplazados en los próximos diez años. El pasado año casi medio millón de sirios pudieron regresar a sus casas, sin embargo, 1,8 millones tuvieron que abandonar sus hogares. La guerra civil, la inseguridad y el deterioro económico del país hacen imposible que centenares de miles de personas regresen definitivamente a sus hogares.
Los movimientos de población de Siria a consecuencia del interminable conflicto han sido los más grandes desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Más de 5,6 millones de sirios se han convertido, además, en refugiados en otros países, la mayoría en Turquía y otros países limítrofes.
Esta situación ha destruido vidas y el futuro de millones de niños y jóvenes, que no han podido seguir con su educación.
Nacidos como refugiados
Los casi 5,6 millones de refugiados que viven en otros países tienen pocas perspectivas de regresar a su hogar en un futuro cercano. También tienen problemas para integrarse en las comunidades en las que ahora viven.
Una cifra especialmente dramática es la de los niños que han nacido en el exilio a lo largo de esos diez años de guerra: son más de un millón cuyo futuro es sombrío, fuera del país que no han conocido y al que previsiblemente no podrán volver en años.
El número total de personas desplazadas dentro de Siria asciende a 6,5 millones, y alrededor del 70 por ciento de ellas han sido desplazadas durante más de cinco años. Casi una cuarta parte de ellos han sido desplazados al menos cuatro veces, y cada desplazamiento erosiona aún más su capacidad de resistencia.
Si bien el conflicto sigue siendo el principal factor de desplazamiento, el deterioro económico ha obligado a miles de personas a dejar sus hogares. De los 23.100 nuevos desplazados en enero, el 32% dijo que se debía a la falta de acceso a los servicios básicos y el 28% al deterioro económico. Sin embargo, a pesar de esta situación cada vez más deteriorada, la ayuda internacional a Siria podría seguir sufriendo recortes, empeorando aún más la situación y provocando una mayor inestabilidad en la región.