Más de un millón de mujeres en Burkina Faso viven atrapadas entre la violencia y la pandemia
Burkina Faso es ahora uno de los peores países del mundo para ser mujer: a la violencia provocada por el conflicto armado que sufre el país y cuyas principales víctimas son las mujeres y las niñas, se añade la escasez, el hambre y la falta de agua provocada por la pandemia de COVID-19.
Más de un millón de mujeres y niñas en Burkina Faso se enfrentan a una mayor violencia sexual y sufren a diario ataques y acosos especialmente en los campos de desplazados y en los puntos de recogida de agua, según el informe Mujeres en la crisis de Burkina Faso: sobrevivientes y heroínas de la organización internacional Oxfam.
El informe recoge testimonios como este: «A menudo escuchamos gritos en las carpas por la noche», dice una mujer desplazada. “Cinco niñas fueron violadas por grupos armados. Una niña fue violada frente a todo el pueblo y dada por muerta, otra mujer vio cómo asesinaban a su marido y a su hijo».
Papa Konaté Sosthène, director de país de Oxfam en Burkina Faso, asegura que las niñas y las mujeres «son increíblemente vulnerables y están expuestas a las peores consecuencias de esta doble crisis y necesitamos proteger y responder mejor a sus necesidades, pero hay grandes brechas de financiación que hacen que la ayuda humanitaria se insuficiente o inexistente en algunos lugares».
Además de los traumas sufridos durante los ataques a sus aldeas o cuando las mujeres se vieron obligadas a huir de sus hogares, también existe el estrés de perder sus medios de vida, así como la lucha diaria de tener que vivir en condiciones nuevas y desconocidas. Ante la pobreza, las mujeres son vulnerables a la explotación sexual, la prostitución y el reclutamiento por grupos armados.
Actualmente, 2,2 millones de personas en Burkina Faso necesitan urgentemente asistencia humanitaria. Las mujeres, las niñas y los niños representan el 84% de las más de 848.000 personas que se vieron obligadas a huir del conflicto. Vivir en pequeñas tiendas compartidas y con poco acceso al agua no es lo mejor para evitar la propagación del COVID-19.
Estas mujeres en su mayoría necesitan acceso al agua, protección, comida y refugio. Pero lamentablemente, los servicios públicos que continúan operando están abrumados, especialmente los centros de salud y las escuelas, privando a las mujeres y las niñas del acceso a los servicios públicos esenciales.
Oxfam está tratando de recaudar diez millones de euros para luchar contra el COVID-19 en Burkina Faso y a la vez proteger a las mujeres, construyendo puntos de agua (107 es el objetivo), proporcionar equipos de higiene y llevar a cabo programas de prevención, además de programas específicos de protección para las mujeres y las niñas.