Ruanda ha comenzado una semana de homenajes y ceremonias para conmemorar a los cientos de miles de víctimas que murieron hace veinticinco años, en el enfrentamiento entre hutus y tutsis que duró tres meses.
Los actos comenzaron este domingo con la ofrenda floral que depositó el presidente de Ruanda, Paul Kagame, en el sitio conmemorativo de Gisozi, donde reposan los restos de más de 250.000 personas. Posteriormente se celebró una vigilia con velas en el estadio nacional de fútbol.
En su discurso Paul Kagame se refirió a la necesidad de no vivir con el rencor provocado por tantas muertes, «para poder darle a nuestra nación una nueva vida».
Las matanzas, que se prolongaron durante tres meses, comenzaron el 6 de abril de 1994 tras el atentado contra el avión en el que viajaban los presidentes de Ruanda (Juvenal Habyarimana) y de Burundi (Cyprien Ntaryamira). El avión fue derribado aunque los atacantes nunca fueron identificados.
Tras el derribo del avión comenzaron los asesinatos, en los que murieron, según las fuentes, hasta 800.000 personas. Desde la emisora Radio Mil Colinas se arengó a los miembros de la etnia hutu para que atacaran y exterminaran a los tutsis, la otra etnia que vive en el país. En las aldeas las víctimas fueron atacadas por sus vecinos, se quemaron iglesias y escuelas con personas dentro y miles de rwandeses acabaron en fosas comunes.
Cuanto terminaron las matanzas se constituyó el Tribunal Penal Internacional para investigar los hechos y juzgar a sus responsables.
Las matanzas finalizaron cuando las tropas del Frente Patriótico Ruandés, lideradas por el actual presidente, Paul Kagame, entraron desde Uganda y tomaron el control del país. Kagame gobierna desde entonces, con acusaciones por parte de la oposición de controlar estrictamente los medios de comunicación y reprimir a la oposición.
Kagame ganó las últimas elecciones, en 2017, con el 99 por ciento de los votos, en unas elecciones en las que participó, según datos oficiales, el 96 de la población con derecho a voto.
