CONGDE
El terremoto, de 7,8 grados, que asoló Nepal el pasado sábado, ha causado hasta ahora la muerte de más de 4.000 personas, según datos oficiales. Las autoridades cifran en más 8.000 las personas heridas y aún se desconoce el número de desaparecidas. Las primeras horas tras el impacto son cruciales para el rescate de las víctimas. Nepal, uno de los países más pobres del planeta, se enfrenta a una complicadísima situación: la devastación es tal que el acceso a muchas zonas es prácticamente imposible; las comunicaciones no funcionan y una persistente lluvia complica aún más las labores de rescate e incluso el aterrizaje en el aeropuerto de Katmandú de aviones con ayuda humanitaria.
El gobierno ha habilitado varios campamentos en los que la población se ha refugiado ante el temor del impacto que las réplicas pueden tener en infraestructuras muy dañadas que se derrumban fácilmente. Y ha solicitado la ayuda internacional urgente para hacer frente a una emergencia humanitaria de tales dimensiones.
La coordinación en las labores humanitarias es esencial en los días posteriores al seísmo. El débil sistema sanitario del país está desbordado y gran parte de sus infraestructuras están absolutamente destruidas. ONG que trabajan en la zona han reforzado sus equipos y están apoyando las labores urgentes de rescate y atención a las necesidades de la población: agua potable, saneamiento, refugio, medicamentos y alimentos de emergencia ante el enorme número de personas heridas.
Las organizaciones de la CONGDE se han sumado a la acción humanitaria que se está desarrollando en la zona (pinchar en cada ONG para ver qué está haciendo cada organización):
ADRA
Ayuda en Acción
Acción contra el Hambre
Cáritas
Cruz Roja Española
Entreculturas
Farmamundi
Fontilles
Médicos del Mundo
Oxfam Intermón
Plan Internacional
Save the Children
Unicef