Héctor Alonso
La aparición de nuevos casos de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) y Guinea-Conakri ha desencadenado una ofensiva para actuar antes de que esos casos aislados se multipliquen y extiendan por los países de la zona
Los países en riesgo son, además de la RDC y Guinea, Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona, Senegal y Mali. En esos países un total de 7,5 millones de personas viven en las áreas consideradas de riesgo, y 424.000 en las zonas donde se han registrado casos. Guinea-Bissau también podría ser incluido en esta lista según cómo se desarrollen los acontecimientos.
El primer casi confirmado fue el pasado 8 de febrero: una mujer que murió con síntomas similares a los provocados por el virus del ébola en la provincia de Kivu Norte, en República Democrática del Congo (RDC). Se trata del primer caso detectado desde el último brote en ese país, que se logró controlar después de dos años, en junio de 2020.
Días después, el pasado 14 de febrero, se confirmó un caso en Guinea: una enfermera que falleció. Otras siete personas de la misma familia que acudieron al funeral y entierro, también enfermaron y de ellas han fallecido tres. Uno de los enfermos fue trasladado al hospital de Conakry sin ningún tipo de medida de aislamiento, por lo que se teme la aparición de más casos y se están rastreando contactos. La enfermera había fallecido el 28 de enero, pero no fue enterrada el 1 de febrero. Las prácticas funerarias tradicionales son un factor de riesgo enorme, y aunque se trabaja en concienciar a las familias sobre lo que no se debe hacer en los funerales -manipulación del cadáver y su exposición pública durante días- aún se llevan a cabo en muchos lugares.
La preocupación de las autoridades sanitarias es que la región donde aparecieron los casos es fronteriza, con numeroso pasos informales y con abundante trasiego de personas y mercancías.
La epidemia de 2014-2016 en África occidental fue el brote de ébola más grande y complejo desde que se descubrió el virus en 1976. Comenzó en la región boscosa de Guinea, se extendió por todo el país y luego saltó a Sierra Leona y Liberia, matando a más de 11.000 personas.
Para evitar que se pueda producir una nueva propagación del virus, la Federación Internacional de la Cruz Roja ha solicitado fondos para financiar las secciones nacionales de Cruz Roja y que comiencen los preparativos de rastreo y prevención de casos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con la vacuna, que ya ha sido probada con éxito en la inmunización de más de 40.000 personas en la República Democrática del Congo el pasado mes de noviembre. Anteriormente se aprobó su uso compasivo en Guinea-Conakry, Liberia y Sierra Leona, donde se aplicó a más de 350.000 personas y se pudo comprobar su eficacia.
Reserva mundial de vacunas
El pasado mes de enero se aprobó la creación de una reserva mundial de vacunas contra el ébola, en una iniciativa de colaboración entre UNICEF y la OMS por parte de la ONU, y por la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y Médicos Sin Fronteras, dos de las organizaciones más grandes en la asistencia humanitaria. Esta colaboración cuenta con el apoyo financiero de Gavi, la Alianza para las Vacunas. La reserva, almacenada en Suiza, estaría disponible para cualquier país que lo solicite 48 horas después de autorizarse su uso. La reserva inicial es solo de 7.000 dosis, aunque se prevé que vaya aumentando hasta las 500.000 dosis disponibles en dos años.
La vacuna, desarrollada por Merck, fue autorizada por la Agencia Europea del Medicamento en 2019 y precalificada por la OMS y su uso ha sido autorizado por ocho países africanos.
Al igual que algunas de las vacunas contra la COVID-19, la vacuna contra el ébola debe ser guardada a temperaturas muy bajas -80 grados bajo cero-. En la última ocasión que fue usada -el pasado mes de noviembre fue aplicada a más de 40.000 personas en la RD Congo- se comprobó que era posible conservarla a esa temperatura durante al menos una semana en sitios carentes de electricidad gracias a un sistema de embalaje efectivo aunque de bajo coste.