El pasado mes de julio UNICEF ya lanzó una alerta sobre esta crisis, dando a conocer que 244.000 niños se enfrentabam a desnutrición severa en la región de Bormo y que cerca de 50.000 niños morirían de no recibir tratamiento. Otras ONG, como Acción contra el Hambre, ampliaron posteriormente la alerta a otras zonas y países, como Yemen, Sudán del Sur y la República Centroafricana. Para Acción contra el Hambre se trata de la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, con niveles catastróficos de inseguridad alimentaria.
En Sudán, además, está la dificultad para acceder a amplias zonas del país por la presencia de Boko Haram, y la dispersión de la población obligada a huir de sus hogares. Bama, por ejemplo, se ha convertido en un pueblo fantasma, con las casas destruidas y las calles desiertas.