Pilar Estébanez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria
Durante esta madrugada 39 personas más se han sumado a las 121 que habían sido rescatadas por el buque de la ONG española Open Arms. Tras un aviso de los servicios de rescate, el buque decidió salvar a esas 39 personas en las cercanías de Malta a pesar de las dificultades que están sufriendo desde hace ya nueve días, sin autorización para arribar a ningún puerto. Estas 160 personas, mujeres embarazadas y niños entre ellas, se suman a otras 85 que también fueron rescatadas por el buque Ocean Viking, de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée, en las cercanías de Libia.
Salvini ha amenazado con multas de un millón de euros a cualquier embarcación de una ONG que trate de entrar en aguas territoriales italianas. España está mirando hacia otro lado, igual que el resto de países europeos, ajenos al drama que se sufre cada día en el Mediterráneo.
Esta actitud de Europa, de España e Italia, incumple el derecho de las personas afectadas por conflictos armados o en crisis a la asistencia humanitaria, que comprende el derecho a recibir los socorros procedentes del exterior que reúnan las condiciones impuestas por el Derecho Internacional Humanitario. El Derecho Internacional Humanitario implica también el derecho de esas personas a exigir socorro. No se trata solo de una cuestión moral, sino legal, y el gobierno español, que presume de mantener los valores de la izquierda, debería diferenciarse de la xenofobia y el racismo que exhibe Salvini.
En lo que va de año han muerto más de 840 personas tratando de cruzar a Europa, 576 en el área en el que están operando ambos buques, salvando vidas. Son datos oficiales, de la Organización Internacional de las Migraciones. La cifra real posiblemente sea mayor.
Europa no puede seguir paralizada, indiferente a esta tragedia. La opción de devolver a los migrantes a Libia no es factible: el país está fragmentado, sumido en el caos, con un gobierno que controla cada vez menos territorio y donde las mafias campan a sus anchas.
La obligación moral y legal de Europa es salvar vidas. La obligación moral y legal de España e Italia es permitir el desembarco de estos seres humanos que huyen de la violencia y la miseria. No puede seguir ignorando la tragedia. Cerrando los ojos el drama no desaparecerá.