La crisis de Nicaragua obliga a 60.000 personas a huir de sus hogares en el último año, según datos de la ONU
Un año después del comienzo de las protestas en Nicaragua, más de 60.000 personas han abandonado el país por temor a perder la vida, según datos de la ONU. Las protestas comenzaron cuando el gobierno de Daniel Ortega tomó medidas para recortar las ayudas sociales.
De los cerca de 62.000 nicaragüenses que han abandonado el país, 55.000 han buscado refugio en la vecina Costa Rica, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cuya portavoz ha dado las razones para ese desplazamiento: «el miedo a perder la vida, a ser atacados o secuestrados por grupos paramilitares», ha asegurado Elizabeth Throssell. Muchos de los que se han marchado habían recibido amenazas o sus comunidades habían sido objeto de violencia.
Las protestas comenzaron cuando el gobierno de Ortega, que preside el país desde 2007, quiso reducir las ayudas sociales, y ha ido evolucionando hacia una protesta generalizada. Hasta ahora han muerto al menos 300 personas y otras 2.000 han resultado heridas. También han sido detenidas centenares de personas durante las protestas.
Cerca de 30.000 personas han solicitado asilo en Costa Rica: estudiantes, funcionarios públicos, figuras de la oposición, periodistas, defensores de los derechos humanos y campesinos. Costa Rica ha mantenido su política de puertas abiertas para los migrantes y los refugiados, pero los servicios están sobrecargados y cerca de 26.000 nicaragüenses están a la espera de que se procesen sus solicitudes de asilo, según datos de ACNUR.
Peligrosa huída
Muchas de las personas que se dirigen hacia Costa Rica lo hacen en condiciones muy duras. Tienen que caminar durante horas tratando de evitar ser detectados por la policía o los grupos armados. Entre ellos viajan también niños, lo que hace más penoso el viaje. Algunos se ocultan en camiones, entre la mercancía.
Tanto la oficina de derechos humanos de la ONU como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han denunciado violaciones de derechos humanos contra nicaragüenses que han participado en protestas antigubernamentales y quienes los han ayudado.
El mes pasado, los manifestantes en contra del gobierno tomaron la calle nuevamente, exigiendo la liberación de todos los presos de la oposición.
El gobierno aseguró el pasado 20 de marzo que liberaría en 90 días a todas las personas arrestadas durante meses de protestas contra Ortega, como un paso para reanudar el diálogo con los grupos de la oposición. Sin embargo este anuncio no parece haber detenidos las protestas. En este sentido, la directora de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió al gobierno que se abstenga de usar la violencia contra los manifestantes. Precisamente este fin de semana se cumple el primer aniversario del inicio de las protestas y el temor es que se desencadene la violencia, según aseguró Bachelet.