Los gitanos están pagando el precio de la política de admisión de refugiados en Alemania

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Manifestación de personas de etnia gitana en Berlín
Los gitanos están pagando el precio de la política de admisión de refugiados en Alemania
Los solicitantes de asilo de la etnia romá dicen que la doctrina de «países seguros» están siendo la vía rápida para ser deportados
A finales de abril, las autoridades alemanas notificaron a Hidayet (nombre ficticio) y su esposa e hija que sus solicitudes de asilo habían sido rechazadas. Se les dio una semana para salir del país, su hogar durante los últimos dos años. Tres semanas más tarde, la policía alemana allanó la residencia de la familia en Hamburgo. Nadie estaba en casa. Con la ayuda de una red de militantes y simpatizantes, la familia había pasado a la clandestinidad.
Manifestación de personas de etnia gitana en Berlín

Manifestación de personas de etnia gitana en Berlín

Hidayet y su esposa son Roma -un grupo étnico minoritario que ha sufrido durante mucho tiempo la segregación y la discriminación en los Balcanes occidentales-. Aunque nacieron en Kosovo vivían en Serbia antes de buscar asilo en Alemania. Hidayet teme por su seguridad si es capturado y deportado a Kosovo, ya que durante la guerra fue reclutado por los serbios. Él es musulmán y su mujer cristiana, por lo que no serán aceptados tampoco por los serbios. Crée que el único país en el que estará seguro es Alemania.

Alemania llevó a cabo un total de 20,888 deportaciones en 2015. Cerca de tres cuartas partes de los deportados lo fueron a países de los Balcanes, el triple que en 2014. El ritmo de los retornos forzosos ha aumentado aún más en los primeros cuatro meses de este año, después de una modificación de la legislación de refugiados de Alemania en octubre pasado que añadió Kosovo, así como Albania y Montenegro, a la lista de «países de origen seguros», en la que también figuraban otros países no comunitarios: Serbia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina.

La designación de los Balcanes occidentales como «países de origen seguros» es parte de una estrategia para hacer frente a un enorme aumento de solicitudes de asilo en Alemania, sobre todo en la segunda mitad de 2015.

La Constitución alemana define a los «países seguros» como aquellos en los que, en general, «no existe persecución política ni penas o tratos inhumanos o degradantes». Los solicitantes de asilo procedentes de estos países se canalizan en un proceso de vía rápida, que los críticos argumentan les da poca oportunidad de refutar la presunción de que, por su nacionalidad, sus alegaciones son infundadas.

Minorías desprotegidas

Nizaqete Bislimi, abogada y activista de origen roma, cree que la legislación actual deja sin protección a las minorías que huyen de los Balcanes. Para ella, la legislación alemana divide a los refugiados en «buenos y malos», y mientras que los que proceden de Oriente Medio están protegidos, no pasa lo mismo con los que vienen de los Balcanes. Muchos de sus clientes han sido ya deportados o están a punto de serlo.

El último informe mundial de Amnistía Internacional destacó que las personas gitanas en Serbia se enfrentan a la discriminación, la segregación racial y el acceso limitado al empleo, mientras que en Kosovo «sufren discriminación institucional, incluso en el acceso a los derechos sociales y económicos».

Según el profesor Albert Scherr, sociólogo de la Universidad de Friburgo que ha realizado una amplia investigación sobre las comunidades romaníes en Alemania y en Europa del Este, la población gitana en los países ex-yugoslavos se enfrentan no sólo la discriminación y la pobreza, sino a la hostilidad abierta.

«No tienen ninguna posibilidad de vivir una vida normal, de encontrar un puesto de trabajo, enviar a sus hijos a la escuela, recibir atención médica. Es una discriminación total, por eso vienen aquí».

Discriminación

El pasado 3 de junio se convocó en Berlín una manifestación de protesta contra la política de «países seguros» de Alemania, que desfiló por delante del Reichstag y finalizó junto al Memorial dedicado a las víctimas del Holocausto romaníes y sinti. Entre ellos se encontraba Victoria Zenkulovic Veselovic, una serbia romaní de 15 años, que llegó a Alemania con su madre y su hermano en 2011. Sus solicitudes de asilo fueron rechazadas y se les asignó un estatus legal conocido como Duldung -lo que significa que la expulsión está temporalmente suspendida-. Sin embargo, tiene miedo de volver a Serbia, porque mientras que en Alemania tiene un futuro, sabe que en Serbia se enfrenta a la discriminación.

En 2015, la población gitana representó alrededor del 30 por ciento de todas las solicitudes de asilo de los países de los Balcanes Occidentales, de acuerdo con estimaciones del Ministerio del Interior alemán, pero muy pocas recibieron el estatuto de refugiados: menos del 1%.

Las autoridades alemanas niegan que las solicitudes de esta etnia sean siempre rechazadas según la doctrina de «países seguros». Aducen que cada solicitud es tratada individualmente y que los solicitantes deben aportar pruebas para documentar las causas que justifiquen el asilo. Esos requisitos lo son para todos los solicitantes que proceden de «países seguros». Alegan, además, que a pesar de que el gobierno alemán es consciente de la discriminación contra las minorías en los países balcánicos, eso no significa que exista persecución. «No hay hechos que justifiquen la suposición de que la situación en los países de los Balcanes occidentales obliga a la etnia gitana y a otros grupos étnicos a marcharse».

Sin embargo, un portavoz de la agencia de refugiados de la ONU, ACNUR, en Alemania, Martin Rentsch, dijo que las desventajas sociales, económicas y culturales experimentados por las personas gitanas en algunas sociedades de los Balcanes Occidentales pueden considerarse como una forma de persecución bajo la Convención de 1951. Por ello Alemania revisa cada solicitud individualmente.

La política de «países de origen seguros» parece estar teniendo el efecto disuasorio deseado. En los últimos meses, ha habido una disminución constante en el número de ciudadanos de los Balcanes occidentales que llegan a Alemania para solicitar asilo.

Traducido por Héctor Alonso

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