La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha un marco de respuesta estratégica global y el Plan de Operaciones Conjuntas para guiar la respuesta internacional a la propagación de la infección por el virus Zika y las malformaciones neonatales y enfermedades neurológicas asociadas con ella. La estrategia se centra en la movilización y coordinación de los socios, expertos y recursos para ayudar a los países a mejorar la vigilancia del virus Zika y los trastornos que podrían estar vinculados a la misma, mejorar el control de vectores, comunicar de manera efectiva los riesgos, las medidas de orientación y protección, proporcionar atención médica a los afectados y la investigación por la vía rápida y el desarrollo de vacunas, diagnósticos y terapias.