La Comisaría Europea de Igualdad advierte de medidas similares a las impuestas a Polonia
La aprobación de medidas contra el colectivo LGBT+ por el Parlamento de Hungría, impulsadas por el gobierno del primer ministro ultra Viktor Orban, podría acabar con sanciones de la Unión Europea. Estas medidas aprobadas por la cámara húngara prohíben la difusión en los colegios de contenidos que se considere que promueven la homosexualidad y el cambio de género «para proteger el desarrollo mental y físico de los niños».
Entre las medidas aprobadas por el parlamento figuran la prohibición de «hacer propaganda» sobre la homosexualidad, o restringir a los menores el acceso de material que lo promueva, como ciertos libros o películas, entre ellas Bridget Jones o Harry Potter.
Las medidas fueron incluidas en una ley contra la pedofilia, que contaba con apoyo parlamentario. Sin embargo, la discriminación del colectivo LGTB+ se considera una vulneración de la igualdad por la Unión Europea. Polonia también tomó medidas similares, cuando algunas regiones se declararon «libres de LGBT» y la respuesta de la UE fue poner en marcha un mecanismo de sanciones, como la suspensión de la financiación de un programa de hermanamiento de ciudades, que afectó a seis ciudades polacas.
Entre las sanciones que podría recibir Hungría podrían estar restricciones de financiación, por ejemplo. «El mensaje es que si no defiendes los valores de la democracia o la igualdad de la Unión Europea, no tienes derecho a aceptar dinero para tu proyecto», ha respondido la Comisaría de Igualdad Helena Dalli a preguntas de Thomson Reuters.
El partido de Viktor Orban, Fidesz, está considerado como muy radical y conservador en temas sociales y relacionados con la inmigración. Y dentro de un año se esperan elecciones, por lo que es probable que se radicalice aún más.
Una región polaca dio marcha atrás en sus medidas anti LGTB cuando conoció las sanciones de la UE, por lo que la comisaría europea cree que Hungría podría recapacitar.
